miércoles, 23 de mayo de 2012

Merkel mantiene su veto a los eurobonos pese a la presión de Hollande y Monti

BRUSELAS.- La canciller alemana, Angela Merkel, se ha mantenido firme en su rechazo a la emisión de eurobonos pese a la presión del nuevo presidente francés, el socialista François Hollande, y del primer ministro italiano, Mario Monti, que defienden esta medida para estabilizar la eurozona y reactivar el crecimiento. 

   Merkel ha contado con el apoyo de otros países 'triple A' como Finlandia y Países Bajos, que temen que la mutualización de la deuda encarezca sus costes de financiación y disminuya la presión sobre los países con problemas para seguir realizando ajustes y reformas.
   El enfrentamiento acaba con la sintonía que había presidido desde el inicio de la crisis la relación del eje franco-alemán. El anterior presidente galo, Nicolas Sarkozy, acabó plegándose a la negativa de Berlín a discutir los eurobonos.
   "Los eurobonos no son una contribución al crecimiento", ha zanjado Merkel a su llegada a la cumbre extraordinaria de líderes de la UE. La canciller alemana ha alegado además que "los Tratados prohíben asumir la responsabilidad de la deuda de otros Estados miembros y en nuestra opinión eso también afecta a los eurobonos".
   En su opinión, el hecho de que antes de la crisis todos los países de la eurozona pagaran tipos de interés similares por emitir deuda pese a sus diferentes fundamentos económicos "ha llevado a una evolución extremadamente negativa".
   También el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, ha mostrado su rechazo a la emisión conjunta de deuda en la eurozona ya que, en su opinión, esto supondría "invitar a problemas". 
"No estamos a favor de los eurobonos", ha indicado Katainen, que ha subrayado que "demasiados países" han recibido dinero en el pasado prestado a intereses que eran demasiado bajos.
   En la misma línea se ha expresado su homólogo holandés, Mark Rutte, para quien los eurobonos eliminarían la presión para que los países mejoren sus finanzas públicas y reformen sus economías.
   Merkel ha encontrado aliados incluso en países que no forman parte de la eurozona, como Suecia. "Soy muy escéptico sobre los eurobonos porque es incorrecto para ambos lados. El buen comportamiento se castiga y a los que tienen que hacer más se les alivia", ha justificado su primer ministro, Fredrik Reinfeldt.
   En contraste, el nuevo presidente francés ha insistido en "poner sobre la mesa todas las propuestas para el crecimiento" porque, a su juicio, "de lo contrario no alcanzaremos los objetivos de reducción del déficit y se crearán dudas en los mercados".
 "Los eurobonos forman parte de la discusión", ha sostenido Hollande.
   También el primer ministro italiano ha defendido la creación de eurobonos como receta para reactivar el crecimiento, aunque ha admitido que "para varios Estados miembros no son ideas digeribles a corto plazo". Por ello, Monti ha abogado por "encontrar soluciones más a corto plazo" para impulsar el crecimiento que logren un consenso en el próximo Consejo Europeo del 28 y 29 de junio.
   El vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, ha defendido "avanzar gradualmente hacia la mutualización de la deuda pública en la eurozona".
   El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha tratado de ejercer de mediador entre los dos bandos. "Nuestras discusiones esta noche deben ser específicas y francas, pero con una fuerte voluntad de compromiso", ha dicho Van Rompuy en referencia al enfrentamiento entre Alemania y Francia.

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