sábado, 12 de mayo de 2012

Monti dice que no recibe órdenes de los partidos italianos

ROMA.- El primer ministro italiano, Mario Monti, intentó reafirmar la independencia de su Gobierno tecnócrata el viernes, después de que unos pobres resultados en las elecciones locales llevaran a los partidos que le respaldan en el Parlamento a demandar más control sobre la política.

Desde las elecciones del 6 y 7 de mayo, los grupos de izquierda que apoyan a Monti han dicho que votarán cualquier medida que intente aprobar y con la que no estén de acuerdo, criticándole por un exceso de austeridad.
"No nos verán jamás haciendo algo que no va en interés del país porque los partidos nos lo piden", dijo Monti en una rueda de prensa para anunciar el uso de 2.300 millones de euros de fondos europeos en las regiones menos desarrolladas del sur.
Monti lidera un Gobierno de tecnócratas no elegido en las urnas que asumió el cargo en noviembre, después de que un desacreditado Silvio Berlusconi dimitiera en medio de una crisis de deuda y con los rendimientos de los bonos soberanos disparados.
Después de imponer graves medidas de austeridad para salvar a Italia de una quiebra al estilo griego, Monti dijo que ahora es el momento de una nueva "fase" centrada en "igualdad y crecimiento".
Refiriéndose a la asignación de fondos para medidas de bienestar y crecimiento, Monti dijo que "el Gobierno tomó estas decisiones no porque los partidos nos las pidieran, sino porque los italianos las pidieron".
Aunque las elecciones locales no tienen efecto directo en el Gobierno de Monti, eran la primera prueba electoral desde que asumió el poder y mostraron que los italianos se rebelan contra los 24.000 millones de euros en nuevos impuestos establecidos por el Gobierno este año.
El partido Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi se llevó el peor golpe, perdiendo el control de docenas de gobiernos locales, mientras que el otro gran respaldo de Monti, el grupo de centroizquierda Partido Democrático (PD), perdió votos ante un grupo antieuropeo liderado por un cómico.
Más de 9000 ciudades y pueblos celebran una segunda vuelta electoral el 20 y 21 de mayo.
La austeridad "sólo puede aplicarse a una economía que crece, pero es un suicidio para una que ya está en recesión", dijo Berlusconi el viernes en Milán, repitiendo que su partido limitará su apoyo a las medidas del Gobierno "que nos convenzan".
El líder del PD Pier Luigi Bersani dijo el jueves que Italia debe reconsiderar sus objetivos presupuestarios para intentar estimular el crecimiento.
Tanto el PD como el PDL, pese a un cierto debate entre sus filas, han asegurado su apoyo al Gobierno hasta el final de la legislatura el año que viene, pero parece que Monti tiene escasas posibilidades de hacer las profundas reformas que los economistas creen necesita el país.
Monti se ha esforzado en los últimos días para mostrar que él, y no sólo los partidos, está atento a las preocupaciones de los italianos medios, que acusan el golpe de las medidas de austeridad y una severa recesión.
Después de las elecciones locales, su índice de aprobación cayó seis puntos porcentuales en una semana hasta el 38 por ciento, según mostró el viernes un sondeo de SWG. En noviembre, nada más asumir el cargo tenía el apoyo del 71 por ciento de los italianos.

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