BRUSELAS.- Los responsables de Finanzas de la UE trabajaban el
jueves en fórmulas a corto plazo para estabilizar los costes de
financiación de España e Italia, mientras los líderes de la Unión
Europea (UE) abrían una cumbre más divididos que nunca sobre cómo
arreglar la crisis de deuda de la zona euro.
El presidente francés François Hollande, que llegaba a
su primera cumbre completa de la UE tras seis semanas en el cargo, dijo
que espera un acuerdo sobre medidas de emergencia para ayudar a las
naciones de la zona euro con un coste del crédito que ha alcanzado
niveles insostenibles.
"He venido aquí para obtener soluciones muy rápidas
destinadas a apoyar a los países en las mayores dificultades en los
mercados, a pesar de que han hecho esfuerzos considerables para
restaurar sus finanzas públicas", dijo a la prensa.
Tres fuentes de la UE dijeron que los trabajos se
centran en activar el fondo de rescate temporal FEEF de la zona euro, ya
existente, y un futuro fondo de rescate permanente, el MEDE, para
comprar bonos españoles e italianos cuando se emiten, y así apuntalar
sus subastas de títulos.
Las fuentes dijeron que se podría cerrar un acuerdo en
el encuentro de los 17 líderes de la zona euro el viernes, tras la
conclusión de la cumbre programada de la UE, formada por 27 naciones.
"Debemos considerar los instrumentos existentes, y
tanto el FEEF como el MEDE, una vez que esté activo, tienen la capacidad
para comprar bonos en el mercado primario. Esa es la zona donde tiene
sentido operar", dijo un funcionario.
Italia y España todavía tendrían que pedir asistencia,
algo que no quieren hacer, y estarían sujetas a condiciones de política
fiscal y supervisión internacional. Pero es posible que no se les
requieran más medidas de austeridad y reformas estructurales de las que
ya han emprendido, dijeron las fuentes.
El primer ministro holandés, Marc Rutte, líder de una
de las naciones acreedoras del norte de Europa que siguen una línea más
dura, dijo que la zona euro podría usar sus herramientas existentes para
resolver el problema del mercado.
"No estamos listos para hablar de nuevos instrumentos.
Ya hay instrumentos existentes", dijo. Rutte rechazó la demanda de la
canciller alemana Angela Merkel, de transferir más soberanía sobre los
presupuestos nacionales y las políticas económicas a las instituciones
de la UE.
Las posiciones son tan distantes, que incluso antes del
inicio del encuentro del jueves, fuentes de la UE decían que existe la
perspectiva de celebrar otra cumbre en julio para tratar de zanjar las
diferencias.
A Merkel se le exige en casa que se mantenga firme y
rechace todos los intentos de que Alemania suscriba créditos europeos o
apuntale bancos de otras naciones del bloque, lo que, según algunos de
sus socios, podría ser la única forma para salvar a la moneda única.
"¡Nein! ¡No! ¡Non!", decía un titular en la portada del
diario de negocios alemán Handelsblatt, normalmente más sobrio, con un
comentario de su editor jefe diciendo que Merkel debe seguir firme en la
cumbre de dos días.
España e Italia piden medidas de emergencia para bajar
la escalada de su coste del crédito antes de verse forzadas a salir del
mercado de bonos por completo. Quieren que los fondos de rescate de la
zona euro o el Banco Central Europeo intervengan rápido.
Una fuente destacada del Gobierno alemán, hablando con
los periodistas en Berlín antes de la cumbre, minimizó el salto de los
costes del endeudamiento de España e Italia.
"Advertimos en contra de una propagación exagerada del pánico", dijo.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y
el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, han
fijado unas metas a largo plazo para crear un Tesoro de la zona euro que
emita bonos en forma conjunta a mediano plazo, y para establecer una
unión bancaria con supervisión central, una garantía de depósitos
conjunta y un fondo de resolución.
Merkel insiste que las reformas fundamentales para dar
poder a las autoridades de la UE sobre las políticas presupuestarias y
económicas nacionales deben venir antes de cualquier responsabilidad
compartida.
"Ahora debe explicar a nuestros amigos en la cumbre que
no ayudaría a nadie que Alemania entregara generosamente el fruto de su
trabajo. De hecho es al revés: 'sí' a Europa significa 'no' a las ideas
de Barroso", escribió Gabor Steingart, del Handelsblatt.
Su comentario reflejó una opinión generalizada en
Alemania, que ha disfrutado de un auge exportador mientras Grecia,
Irlanda y Portugal y ahora España y Chipre han necesitado rescates. No
ha sido hasta ahora cuando la crisis económica ha empezado a afectar a
Alemania, donde el crecimiento se está ralentizando y el desempleo subió
en junio.
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