MADRID.- El ministro español de Economía, Luis de Guindos, dijo el martes que
la negociación con Bruselas sobre la ayuda financiera para la banca
española exigirá tiempo por su complejidad, y subrayó que quedan aún por
definir muchos aspectos claves sobre cómo se va a llevar a cabo la
inyección del capital a las entidades.
"Es un paquete muy complejo, la negociación va a exigir tiempo",
dijo De Guindos en su comparecencia en la Comisión de Economía del
Congreso de los Diputados para explicar la petición de ayuda a sus
socios europeos de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar al
sector bancario español.
El ministro dijo que las conversaciones con las autoridades
europeas se centrarían en cuatro áreas: las condiciones de la línea de
crédito, los requisitos de reestructuración para los bancos que reciban
ayuda, las condiciones para el conjunto del sector y medidas
adicionales, como establecer bancos malos para el traspaso y posterior
venta de los activos tóxicos de la banca.
El comunicado del Eurogrupo que contiene el marco de las
negociaciones del paquete dice que las condiciones a cambio de la ayuda
financiera se deberían centrar en el sector financiero, lo que incluye
planes de reestructuración para algunos bancos, y reformas estructurales
en el sector.
Con respecto a la creación del llamado "banco malo" con activos
problemáticos segregados, explicó que la Comisión Europea había mostrado
su preferencia por esta opción, que consideró que tenía "bastante
viabilidad y ventajas", aunque afirmó que aún no está decidido.
Se espera que el memorando de entendimiento, donde se
especificarán las condiciones de la ayuda europea para la banca, se
firme el 9 de julio.
De Guindos se comprometió a volver de nuevo al Congreso antes de
finales del mes de julio para explicar todos los detalles que quedan por
definir sobre la asistencia a la banca.
Uno de esos aspectos es cómo se hará la inyección de capital a
las entidades que lo necesiten, y España ha abogado en los últimos días
porque se produzca directamente a los bancos.
Aunque De Guindos reconoció que en estos momentos no era posible,
subrayó que el proceso para una unión bancaria europea podría permitir
abrir esta opción.
El ministro reiteró que las cuatro instituciones nacionalizadas
absorberían un "porcentaje elevadísimo" de la inyección de capital del
eurosistema de hasta 100.000 millones de euros, que subrayó que daba un
"margen de maniobra enorme".
Sobre las circunstancias que habían llevado a las entidades
españolas a encontrarse en esta difícil situación, el ministro reconoció
desequilibrios macroeconómicos en el país, pero aseguró que también
había habido decisiones externas que habían llevado a los problemas
actuales.
"Cuando los tipos son demasiado bajos durante demasiado tiempo
(...) se generan situaciones de burbujas en precios de determinados
activos (...) afecta negativamente al ahorro de las familias y (...) se
producen situaciones de infravaloración del riesgo", declaró, apuntando a
la política monetaria del BCE.
El ministro subrayó que el Banco de España sería un actor
fundamental en todo el proceso que comenzaba tras la petición formal de
la ayuda financiera, y actuaría en coordinación con el Gobierno de
España en las negociaciones con la Comisión Europea, el Banco Central
Europeo, la Autoridad Bancaria Europea y el FMI.
"El papel del Banco de España tiene que ser cada vez más importante y redoblado en las próximas semanas", afirmó.
De Guindos reiteró que en la cumbre europea de este jueves y
viernes estaba en juego el futuro del euro, y señaló que en la cita
debían establecerse hitos y un calendario concreto en el tema de la
futura unión bancaria y fiscal, que llevaría aparejada una cesión
adicional de soberanía.
El ministro lamentó la situación actual del sistema bancario
europeo, que se ha "renacionalizado" al no existir importantes
operaciones de préstamo, ahorro o inversión entre fronteras.
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