QUITO.- La secretaria general adjunta de Naciones Unidas y
directora ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, aseguró en
Quito que "la pobreza en América Latina tiene cara de mujer y de niño",
pese a los avances en equidad de género que se han registrado en varios
países de la región.
En una rueda de prensa, tras reunirse con el presidente ecuatoriano,
Rafael Correa, Bachelet aseguró que las políticas en favor del sector
femenino deben ser vistas como un factor del desarrollo.
"Si las mujeres están mejor, todo está mejor", apostilló la ex
presidenta de Chile, que hoy inició una visita a Ecuador y que el
próximo sábado continuará en Brasil, el último destino de una corta gira
por Suramérica.
Bachelet sugirió emprender programas de apoyo a la mujer, sobre todo
relacionados a la creación de pequeñas y medianas empresarias, de acceso
al microcrédito productivo y de "alfabetización financiera", para que
ellas sean también las gestoras de "la lucha contra la exclusión".
Si se fomentara la plena inclusión económica de la mujer en los
sectores rurales, la producción agrícola a nivel mundial crecería en
entre el 2,5 y el 4 por ciento, lo que permitiría sacar de la pobreza y
del hambre a unos 150 millones de personas, mencionó Bachelet.
Y es que la mujer, según los estudios, puede constituirse en un
agente dinamizador de la economía, ya que si ella emprende un negocio
genera empleo y bienestar en su entorno.
Además, recordó Bachelet, las investigaciones determinan que las
mujeres destinan casi el 90 por ciento del ingreso que reciben a la
salud, la educación y la alimentación de sus familias, lo que genera un
círculo virtuoso en su entorno.
Sobre el tema de la violencia de género remarcó que ese es un
problema "absolutamente mundial" y es una de las violaciones a los
derechos humanos "más importante" y extendida en las sociedades, que
llega incluso al feminicidio y a la trata de adolescentes.
Al respecto indicó que desde ONU Mujeres se lleva adelante una
campaña permanente que la sintetizó en tres aspectos: "Prevención,
protección y provisión de servicios".
La creación de comisarias especiales, la capacitación de las policías
en temas de género y las casas de acogida que se implementan en algunos
países, parten de esa línea, comentó.
Sin embargo, subrayó que no sólo las leyes y la labor de prevención y
protección son necesarias para combatir este problema, sino, sobre
todo, la provisión de servicios como la asistencia en salud física y
mental de víctimas de abusos.
Para ella, mientras más pronto se ayude a las familias y a los niños,
"a compensar las desigualdades de cuna, entendidas como las
oportunidades, sabemos que van a ser adultos con mucho más desarrollo,
en todo sentido, no sólo intelectual, sino también emocional y social".
Esa es una base para combatir de forma estructural la violencia de
género, remarcó Bachelet, que es médica pediatra de profesión.
Finalmente, destacó la labor que ha ejecutado el Gobierno ecuatoriano
y dijo que en la Constitución de este Estado se registran avances
significativos en pro de los derechos de la mujer.
También recordó que Ecuador y México son los únicos países de
Latinoamérica que han elaborado estadísticas de violencia de género, que
calificó de "herramientas" fundamentales para combatir la violencia y
la desigualdad de género.
En el caso del estudio hecho en Ecuador, recordó que el 60 por ciento
de las mujeres ecuatorianas encuestadas aceptó ser víctima de algún
tipo de maltrato, pero dijo que esa estadística ha sido utilizada como
un insumo para elaborar programas encaminados a combatir ese fenómeno.
No obstante, insistió en que ningún país en el mundo ha alcanzado la
máxima calificación en relación a la equidad de género y que, incluso,
en naciones consideradas desarrolladas en materia de derechos, como las
escandinavas, aún subsiste la desigualdad salarial o casos de violencia
contra las mujeres.
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