viernes, 15 de junio de 2012

Para el FMI, España sigue derrochando el dinero público

WASHINGTON.- Para reducir el déficit, el FMI le pide a España que suba el IVA y baje aún más el sueldo de los empleados públicos de forma urgente. Asegura que el gasto público supera holgadamente lo comprometido con los países de la Unión Europea.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe sobre la economía española en el que asegura que el déficit público superará “significativamente” los objetivos comprometidos por el gobierno de Mariano Rajoy con Europa. El objetivo de llevar el 8,9 por ciento de 2011 al 5,3 por ciento a final de año y volver a bajarlo al 3 por ciento en 2013 –aunque Bruselas dio un año más– es demasiado “ambicioso”, señala el FMI, que creen que los ingresos serán débiles y el gobierno no podrá sólo confiar en la reducción del gasto.
Por eso, para reducir el déficit el FMI le pide a España que suba el IVA y baje aún más el sueldo de los empleados públicos de forma urgente. Asimismo, el organismo internacional dibuja un horizonte desolador: “La economía se encuentra en medio de una recesión con recaída sin precedentes, con el desempleo a niveles ya inaceptables, la deuda pública creciendo rápidamente y segmentos del sector financiero con necesidades de recapitalización”. 
También el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, afirmó que el escenario económico es poco alentador, ya que “el frenazo” registrado en los últimos meses fue mayor de lo previsto. Las dudas de los mercados sobre España no se disiparon y casi una semana después del anuncio de las ayudas europeas el país continuó al borde del rescate total, a la espera de las decisiones que tome Europa tras las elecciones de Grecia. Nuevos datos sobre la situación económica del país y las perspectivas negativas de crecimiento alimentan la desconfianza de los inversores en la solvencia del país.
El Banco de España (BE) indicó que la deuda pública española aumentó en el primer trimestre de 2012 en un 13,2 por ciento respecto del mismo período del año anterior hasta situarse en 774.549 millones de euros, el 72,1 por ciento del PIB, en el nivel más alto de la historia.
La jornada se inició con la noticia filtrada a la prensa de que los bancos centrales de los países del G-20 están estudiando tomar medidas de forma coordinada para inyectar liquidez en los mercados para evitar una eventual restricción del crédito tras las elecciones que se celebran en Grecia este fin de semana. Los comicios podrían dar el triunfo al partido de izquierda Syriza, que defiende renegociar las condiciones del rescate europeo y dejar de aplicar las políticas de austeridad dictadas por Bruselas, aunque no quiere abandonar el euro.
Draghi confirmó la información y aseguró que “el Eurosistema continuará proporcionando liquidez a los bancos solventes cuando lo necesiten”. Por su parte, el director del Banco de Inglaterra, Mervyn King, anunció una inyección de hasta 140.000 millones de libras (unos 170.000 millones de euros) a los bancos para evitar la falta de liquidez y estimular el crédito a las empresas.
Estos anuncios apenas relajaron la presión sobre España después de que el miércoles el riesgo país o prima de riesgo de España batió un record histórico al situarse por encima de los 550 puntos, con una rentabilidad del 7 por ciento, límite a partir del cual un país entra en “zona de intervención”, como ocurrió con Grecia, Irlanda y Portugal.
La tensión se había disparado porque la calificadora de riesgo Moody’s situó la solvencia de España en niveles de “bonos basura”. El riesgo país (diferencial entre el interés del bono español a diez años y el alemán –de referencia– al mismo plazo) se mantuvo en 545 puntos, con una rentabilidad del 6,87 por ciento. La Bolsa de Madrid, en cambio, cerró la sesión con una ligera recuperación de 0,34 por ciento, que los analistas atribuyen a la noticia de la decisión de los bancos centrales de inyectar liquidez.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, instó al BCE intervenir en el mercado de deuda en reiteradas ocasiones pera evitar el rescate a España, pero se encontró con la negativa de Draghi y de Alemania. También muchos analistas coinciden en que el BCE debería inyectar liquidez e intervenir en el mercado de deuda soberana para estabilizar la Zona Euro de forma urgente mientras los líderes europeos avanzan hacia una unidad fiscal y bancaria, que llevará tiempo en concretarse. Sin embargo, Draghi se resiste hasta que los líderes de la Zona Euro no tomen decisiones políticas tendentes a una mayor integración.
Con España ya rescatada, el paquete de 100.000 millones de euros acordado con el Eurogrupo sigue sin calmar a los mercados, precisamente por las debilidades económicas del país que ponen en riesgo su capacidad de repago. 
Los analistas coinciden en que el rescate “limitado” al sistema financiero, que el presidente del gobierno del derechista Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, insiste en presentar como “un préstamo a la banca” sin contrapartidas en términos de políticas macroeconómicas, no va a resolver el problema de deuda, sino que puede empeorar. Las ayudas europeas elevarán la deuda pública hasta el 90% del PIB, señalan.

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