sábado, 9 de junio de 2012

Bruselas baraja un límite máximo de 100.000 millones de euros para el rescate a España

NUEVA YORK/BRUSELAS.- El montante total de los fondos europeos destinados a reforzar la solvencia del sistema financiero español tendrá un tope máximo de 100.000 millones de euros, según informa el diario estadounidense 'Wall Street Journal', citando fuentes oficiales de un país de la zona euro.

La zona euro espera que España pida oficialmente este sábado ayuda a sus socios europeos para su sector financiero, cediendo así a la presión de los mercados y la comunidad internacional.
   Otras fuentes indicaron que la ayuda, que aún no ha sido solicitada por el Gobierno español, podría proceder de los dos fondos habilitados en la UE, tanto del Mecanismo de Estabilidad Financiera como del Mecanismo Permanente de Estabilidad, si bien este último entrará en funcionamiento en los próximos meses.
   En todo caso, los 100.000 millones de euros son "un tope máximo" para el importe que España pudiera solicitar, si bien la suma concreta que podrían necesitar los bancos españoles con necesidades de capital aún no está definida.
   "Esta cifra está dirigida principalmente a los mercados, y eso no quiere decir que el desembolso real llegue a tal cuantía", añaden las fuentes citadas por 'WSJ' que, con todo, insisten en que la respuesta ante los problemas del sistema financiero español debe ser "drástica y rápida".
   Siempre según el citado diario, la reunión del Eurogrupo se centra en el sistema financiero español, pero los ministros de Economía de la eurozona también urgirán a España a resolver sus problemas macroeconómicos.
La cifra concreta no se conocerá hasta que se tengan los resultados de las auditorías independientes en curso en España, y se decidirá en otra reunión del Eurogrupo de la que aún se desconoce la fecha. 
España no ha solicitado todavía formalmente la ayuda para la recapitalización de los bancos con problemas, pero podría ocurrir "durante el día de hoy e incluso mañana", dijo una fuente autorizada. El Gobierno español declaró estar "a la espera de ver la reunión del Eurogrupo", precisó una fuente gubernamental. España ya está decidida a pedir la ayuda, tras recibir un informe del FMI sobre sus bancos, aunque no de manera oficial.
La fuente agregó que España está sometida a "una gran presión" por parte de los demás miembros del Eurogrupo para que solicite la ayuda. A cambio del rescate, "exigiremos al Gobierno español un saneamiento del sector financiero", dijo otra fuente europea.
El Eurogrupo emitirá un comunicado al término de la teleconferencia, según dijo el portavoz Guy Schuller, quien no pudo confirmar si España presentará una petición formal de asistencia. Está reunido "para aprobar una declaración que subraya la intención de España de solicitar ayuda, y el compromiso del Eurogrupo de proporcionarla", dijo poco antes de la reunión una fuente comunitaria.
   Dadas las características de la eventual ayuda a los bancos, lo más probable es que España no sufra controles regulares por parte de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) como la que se aplica en Grecia, Portugal o Irlanda, los tres países rescatados hasta el momento.
Según fuentes cercanas a los debates, una de las ideas que se maneja es utilizar los fondos de rescate europeos, el FEEF o el MEDE que entrará en vigor en julio, para inyectar directamente capital al español Fondo público de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Esto sería una posible solución intermedia del agrado de todos: el gobierno español no vería su soberanía amenazada ya que no sería una intervención tan dura como la de Grecia, y Alemania también se saldría con la suya, al utilizar el fondo de rescate para inyectar capital en un organismo público, con la garantía de que la ayuda está destinada al saneamiento del sector financiero.
Tras el rescate histórico de 23.500 millones de euros solicitado en mayo por Bankia, tercer banco del país en cuanto a activos, los inversores temen que España no pueda hacer frente por sí sola a las exigencias financieras de su sistema bancario. Debilitados por su alta exposición a la burbuja inmobiliaria que estalló en 2008, los bancos españoles acumulan en sus balances unos 184.000 millones de euros en activos problemáticos hasta finales del 2011, es decir un 60% de su cartera.
En las últimas semanas, los mercados financieros muestran su desconfianza hacia España, y le piden intereses cada vez más elevados para prestarle dinero. Los inversores internacionales retiran fondos y los españoles colocan su dinero en el exterior.
El país, privado de su motor de crecimiento, la construcción, oscila desde 2008 entre la recesión y un crecimiento débil, mientras crece el desempleo. A eso se le suma el creciente temor entre los inversores de que una eventual salida de Grecia del euro provoque un efecto contagio y precipite la huida de depósitos de los bancos.
La posibilidad de que España solicite un rescate demuestra el fracaso de las políticas de austeridad para resolver la crisis de la deuda en Europa, afirmó Alexis Tsipras, el líder del partido griego de izquierda Syriza, que podría ganar las eleciones legislativas en Grecia del 17 de junio. "La forma en la fue manejada hasta ahora ha sido totalmente ineficaz y socialmente desastrosa", dijo.

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