MADRID.- El Gobierno español pedirá activar el rescate europeo este fin de semana para
recapitalizar a sus bancos, según han informado dos fuentes
oficiales comunitarias y una del Gobierno alemán. La agencia Reuters añade que
mañana sábado se prevé que haya una teleconferencia de los ministros de
Economía del euro para discutir los detalles del plan de ayuda. Una de
las fuentes llega a concretar que España solicitará
la ayuda el sábado por la tarde.
“El anuncio se espera para el sábado por la tarde”, ha llegado a
asegurar una de las fuentes citadas por Reuters. A media mañana, además,
también la agencia de información económica Bloomberg ha informado de
que los líderes europeos están plantenado mantener conversaciones este
fin de semana con vistas a cerrar el evenual rescate a España. La
petición, añade citando una fuente del Gobierno alemán y otra de las
autoridades comunitarias, ambas anónimas, podría llegar el sábado por la
tarde. De confirmarse este extremo, España se convertiría en el cuarto
socio del euro rescatado, aunque el programa de asistencia sería más
suave y mucho menos intervencionista frente a la soberanía española.
El Ministerio de Economía ha declinado comentar la información pero no ha desmentido la noticia.
Las fuentes anónimas del Ejecutivo de Angela Merkel consultadas por
Reuters, que justifican la celeridad en la necesidad de cerrar el
proceso antes de las elecciones griegas, aseguran que "el Gobierno
español se ha dado cuenta de la seriedad de su problema". Este mismo
responsable alemán, así como desde las autoridades europeas, se confirma
que la ayuda se destinaría solo a las entidades, con lo que las
condiciones vinculadas al programa de ayuda se restringirían al sector
financiero. También, evitaría la expulsión de España de los mercados de
financiación, tal y como ocurre hoy en día con los otros tres países
resctados: Grecia (mayo de 2010), Irlanda (noviembre de 2011) y Portugal
(abril de 2011).
Sobre la petición de un eventual rescate para España y ya de forma
oficial, el portavoz de la canciller alemana, Steffen Seibert, se ha
mostrado ambiguo sobre . "Comento esas informaciones en la medida en que
no las comento", ha dicho antes de destacar: “Lo único que puedo decir
es lo que he venido diciendo durante toda la semana. La decisión sobre
el rescate es cosa del gobierno español. Si decide solicitarlo, ahí
están las herramientas europeas con sus reglas”.
Entre este carrusel de afirmaciones cruzadas y matizaciones, también
el BCE ha reclamado su protagonismo. La autoridad monetaria, a través de
dos de sus máximos representantes, ha advertido a España de que en
estos casos no conviene retrasar las decisiones.
"Cuanto más se aplazan las decisiones, más caras pueden volverse", ha
afirmado el gobernador del Banco de Austria y consejero del BCE, Ewald
Nowotny. "La experiencia demuestra que es mejor usarla (la asistencia de
la eurozona) más pronto que tarde", ha insistido.
El vicepresidente del organismo, Vitor Constancio, ha reclamado al
Ejecutivo una “respuesta urgente” para “calmar a los mercados”,
verdaderos instigadores del acoso a la deuda española.
El rescate de España a través del FROB cumpliría con la exigencia alemana de que la ayuda sea facilitada al Estado,
pero al tiempo marcaría diferencias. El dinero facilitado, cuya
cantidad final dependerá de los análisis de las auditorías, iría
destinado exclusivamente al saneamiento del sector financiero. Es por
este motivo que las condiciones impuestas a España se limitarán, según
Reuters, al propio sector financiero.
Pero las normas también mencionan que el país beneficiario debe
demostrar que su política presupuestaria es sólida y que puede devolver
los fondos europeos, que estará sujeto a “continua vigilancia” y que
además estará obligado a cumplir plenamente las recomendaciones europeas
para reducir su déficit. No habría intervención pura, no habría troika
ni hombres de negro, pero el margen de política económica se reduciría.
En el Mede, el nuevo fondo de rescate
que debe entrar en vigor en julio, y que es el preferido por el
Gobierno español por su mayor flexibilidad, las reglas están pendientes
de acordarse y concretarse, dado que aún no ha entrado en vigor. El
Gobierno español aspira a que con el MEDE quede aún más claro que la
condicionalidad de la ayuda se restringe al sector financiero y no ata
de pies y manos al Gobierno y su política económica. Por eso, es un gran
avance que Alemania esté dispuesta a aceptar un rescate suave.
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