ATENAS.- El domingo a las 21.30 horas (una hora menos
en la España peninsular) se conocerán las primeras estimaciones fiables
sobre el resultado de las elecciones anticipadas previstas para este
domingo. Para entonces se sabrá si será de nuevo el conservador Nueva
Democracia el ganador o si, por el contrario, será la Coalición de la
Izquierda Radical (SYRIZA), contraria a los recortes, la que se haga con
el bonus de 50 diputados que establece la legislación electoral griega
para el partido más votado, lo que le otorga una clara ventaja para la
formación de gobierno.
Durante la campaña electoral, SYRIZA, que protagonizó la
principal sorpresa en las elecciones del 6 de mayo al hacerse con el
segundo puesto, ha mantenido su postura de rechazo frontal al memorándum
que incluye las contrapartidas del rescate de 130.000 millones de euros
aprobado en 2010 por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el
Fondo Monetario Internacional, aunque aboga por la permanencia de Grecia
en el euro.
"Grecia cambiará el domingo. Dejaré atrás el miedo y la
inseguridad y a aquellos que han intentado envenenar a Grecia con miedo e
inseguridad, (Antonis) Samaras y (Evangelos) Venizelos", afirmó el
líder de SYRIZA, Alexis Tsipras, durante el último gran acto de campaña
celebrado el jueves en Atenas, en referencia a los líderes de Nueva
Democracia y del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), a los que
incluso calificó de "terroristas". "Aterrorizad a los terroristas este
domingo con vuestros votos", apostilló.
SYRIZA está virtualmente empatado con Nueva Democracia, según
los últimos sondeos. Los conservadores han intentado recabar nuevos
apoyos con vistas a las urnas con un cambio de postura con respecto al
memorándum: ahora defienden su renegociación parcial en lugar de su
cumplimiento incondicional.
El objetivo, remoto, es lograr una victoria mayor que la de
mayo que les permita formar un gobierno de coalición que acepte las
condiciones de los prestamistas internacionales, y que previsiblemente
incluiría a la otra gran fuerza política tradicional griega, el PASOK.
El discurso de Samaras se sostiene en que su partido es el
único que garantizaría la permanencia de Grecia en el euro. El regreso
al dracma supondría, augura, una catástrofe económica. "El dracma supone
la muerte inmediata", aseguraba el líder conservador el pasado domingo
en declaraciones a la televisión griega.
Por detrás de Nueva Democracia, SYRIZA y PASOK se situarán
previsiblemente Griegos Independientes, Izquierda Democrática y el
Partido Comunista Griego (KKE), como fuerzas minoritarias contrarias al
rescate, según los sondeos. Por debajo del 5 por ciento de los votos
podría quedar el partido neonazi Amanecer Dorado, que también logró
importantes avances en las elecciones de mayo. En esta ocasión los
ultraderechistas apenas superarían el 3 por ciento mínimo fijado por la
legislación electoral para entrar en el Parlamento.
Otras 14 fuerzas políticas y 58 candidatos independientes
concurren a estos comicios. Un total de 4.873 candidatos se postulan
para ocupar los 300 escaños del Parlamento, 2.000 menos que en los
comicios de mayo.
Mientras, la cruda realidad griega es que el paro ha alcanzado
un nuevo máximo en el primer trimestre del año, con un 22,6 por ciento
de la población activa desempleada, el doble de la media europea, según
los datos oficiales publicados por el Gobierno el pasado jueves.
La política de privatizaciones y recortes del gasto público
impuesta por los prestamistas internacionales han provocado un
incremento de la tasa de paro e incluso han afectado al propio proceso
electoral, ya que será una empresa privada, Singular Logic, la que
gestionará la recolección, retransmisión y publicación de los resultados
oficiales.
Desde el punto de vista técnico, las elecciones se
desarrollarán entre las 7.00 y las 19.00 horas y los 9,9 millones de
griegos mayores de 18 años tienen obligación de votar. Aproximadamente
la mitad de los votantes tiene menos de 30 o más de 65 años y la mitad
de la población se concentra en Atenas.
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