JERUSALÉN.- El Gobierno de Israel podrá sentenciar a hasta
tres años de cárcel a los inmigrantes ilegales con la entrada en vigor
este domingo de una ley migratoria. Además, el primer ministro, Benjamin
Netanyahu, ha ordenado acelerar la deportación de unos 25.000
inmigrantes africanos.
La portavoz del Ministerio del Interior hebreo, Sabine Haddad, ha
aclarado que las autoridades israelíes pretenden reducir así el flujo de
inmigrantes que llegan al país, ya que amenaza la naturaleza
eminentemente judía.
En los últimos tres años, la llegada de inmigrantes procedentes de
África ha aumentado de forma exponencial, con un promedio de 2.000
personas mensuales desde diciembre. A día de hoy, unas 60.000 personas
procedentes del continente africano residen en Israel.
"El problema de los infiltrados debe ser resuelto y lo
resolveremos", conminó el pasado mes el primer ministro hebreo. Pero, en
este contexto, Netanyahu ha urgido a su Gobierno a que acelere la
extradición de unos 25.000 inmigrantes ilegales procedentes de Sudán del
Sur, Costa de Marfil, Ghana y Etiopía.
Esta decisión ha sido tomada en el Consejo de Ministros celebrado
este domingo, aunque se han valorado cifras aún mayores, pero aquellas
personas de nacionalidad sudanesa o eritrea no pueden ser deportados por
motivos humanitarios.
Fuentes del Gobierno israelí han puntualizado al diario 'Haaretz'
que existen dos grupos de "infiltrados": el primero de ellos está
compuesto por personas con cuyos países de origen, Israel mantiene unas
buenas relaciones diplomáticas, por lo que no habría problema para su
repatriación. De los 60.000 inmigrantes ilegales que hay en el país,
según estiman las autoridades hebreas, a este grupo pertenecen unos
25.000.
En el segundo de los grupos se encuentran aquellas personas que no
pueden ser deportadas porque Israel podría poner en peligro sus vidas.
Este es el caso de eritreos, sudaneses o somalíes.
No obstante, Netanyahu ha sido tajante. "Cualquiera que pueda ser
repatriado, debe hacerse lo más rápido posible", ha emplazado el primer
ministro a su gabinete. En este sentido, fuentes del Ministerio de
Asuntos Exteriores hebreo han ahondado que las deportaciones de aquellas
personas pertenecientes al primer grupo se realizarán incluso mediante
la fuerza en caso de que sea necesario o su país de origen no le provea
de los documentos migratorios pertinentes.
Los centros de alojamiento y detención de inmigrantes ilegales se
han quedado pequeños ante la ola de personas que han emigrado hacia
Israel. De hecho, tampoco han concluido las obras de construccion de un
complejo aprobado el año pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario