MADRID.- La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz
de Santamaría, ha insistido en que el rescate bancario solicitado por
España a Europa no lleva aparejada la imposición de condiciones
macroeconómicas con repercusión en el ciudadano.
Al término de la reunión del Consejo de Ministros, la portavoz
enfatizó que la asistencia de hasta 100.000 millones de euros a la que
podrá recurrir España para capitalizar su sistema financiero es "sin
condicionalidad económica".
Las condiciones que se impondrán procederán "desde el punto de
vista financiero y bancario" sin otro tipo de condiciones que afecten al
ciudadano, porque el Eurogrupo y la UE valoran positivamente las
reformas estructurales acometidas por España, argumentó.
Sobre la tibia acogida de los mercados al conocerse el rescate
bancario acordado con España, la portavoz sostuvo que el Gobierno
seguirá insistiendo en las reformas estructurales en aras de recuperar
la confianza.
"Europa vive momentos de incertidumbre y hay que valorar que en
estos momentos de dificultad, lo que debemos hacer todos es trabajar a
través de reformas estructurales y no me aventuraría a decir que algunas
medidas funcionan y otras no", alegó la portavoz.
En este sentido, agregó que aún se desconoce el alcance de la
asistencia financiera que recibirá España de Europa a falta de conocer
los datos, en clara alusión a los informes que próximamente remitirán al
Banco de España los valoradores independientes Oliver Wyman y Roland
Berger sobre los activos bancarios.
La portavoz se mostró partidaria de poner en marcha los procedimientos, acometer análisis rigurosos a medio y largo plazo y "no sacar conclusiones apresuradas".
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