sábado, 2 de junio de 2012

Rajoy defiende la solidez de España: "No estamos al borde de ningún precipicio"

BARCELONA.- El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha defendido la solidez de España pese a que la economía pasa por uno de sus peores momentos con la prima de riesgo, que esta semana ha alcanzado máximos históricos: "No estamos al borde del precipicio".

   "No caminamos por un sendero de rosas, pero tampoco asistimos a las vísperas del Apocalipsis. Ni nos hemos librado de las amenazas ni vamos a sucumbir a ellas", ha sentenciado en una intervención en la XXVIII Reunión del Círculo de Economía en Sitges.
   Ha defendido que España es un país muy sólido, ha recordado que no es la primera crisis a la que se enfrenta, y ha concluido: "Quiero enviar un mensaje de serenidad, que no significa olvido ni descuido ni indiferencia".
   Ante un auditorio formado principalmente por empresarios catalanes, ha reivindicado todas las reformas y ajustes que hasta ahora ha emprendido el Gobierno, y ha pedido "tiempo" para que se asienten y reviertan positivamente en la economía.
   Admite que las circunstancias justifican temores y recelos por la situación de España, pero ha cargado contra quienes generan "alarmas y profecías agoreras que parecen preludiar el final de los tiempos", si dar nombres.
   "La borrasca no se ha despejado, pero no vamos a naufragar. Hay turbulencias, pero lo que importa es que podemos soportarlas, y más adelante podremos sobrepasarlas con éxito. Hay fundadas razones para estar seguro de ello", ha concluido.
   Rajoy ha mantenido inalterable su compromiso de reducir el déficit en los plazos establecidos, y ha reivindicado que es una "regla esencial" para evitar que las administraciones absorban el escaso crédito que hay en detrimento del sector privado.
   El presidente ha enumerado ante los empresarios las medidas que ha hecho el Gobierno para revitalizar las empresas: ha citado, entre otras, el plan para pagar a proveedores de la administración pública y la reforma del mercado de trabajo.
   "Estas reformas tardan tiempo en producir los efectos", ha insistido Rajoy, y ha argumentado que no solucionarán los problemas de España en dos días, pero sí a medio plazo.
   Ha asegurado que "el Gobierno no impone los sacrificios; los impone la necesidad", y ha recalcado que la responsabilidad del Ejecutivo será que los sacrificios que están afectando a los ciudadanos no sean en vano y sirvan para mejorar el futuro.
   "Estoy absolutamente a favor de que en España haya empresarios. Cuanto más empresarios haya, mejor para España, porque son los que crean puestos de trabajo", ha sentenciado Rajoy, que ha reconocido que lo que necesitan ahora es confianza y crédito.

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