LONDRES.- La salida a la crisis de la eurozona y el
fortalecimiento del euro pasa necesariamente por la unión bancaria, la
unión fiscal y una reforma del Banco Central Europeo (BCE) para que
pueda financiar directamente a los Estados, según el consenso económico
de PwC del tercer trimestre de 2012.
En concreto, el 67,5% de los panelistas pide una única autoridad
bancaria que asuma las labores de supervisión, garantía de depósitos y
los procesos de liquidación de entidades en la UE, mientras que un 56,1%
aboga por una unión fiscal con impuestos compartidos entre los Estados
miembros y la autoridad central en Bruselas.
Además, el 65,7% pide un cambio de mandato del BCE similar al de
la Reserva Federal en EE.UU. para acabar con la imposibilidad legal de
intervenir en los mercados primarios de deuda pública y para que el
organismo pueda financiar directamente a los Estados.
Los panelistas de PwC están casi unánimemente de acuerdo (94,8%)
en la necesidad de avanzar hacia un gobierno económico de la eurozona.
Sin embargo, este porcentaje cae hasta el 62% cuando se les pregunta si
creen que eso ocurrirá en realidad.
En general, los panelistas son críticos con el papel del BCE
durante la crisis, ya que el 75% asegura que su apoyo al euro ha sido
"insuficiente" y otro tanto que debería ampliar la compra de deuda
pública a los países del Sur.
Tampoco están muy de acuerdo con la visión de Alemania y su
defensa de la austeridad, puesto que el 66,3% califica esta política
como "incorrecta". Además, el 71% coincide en que uno de los principales
problemas del área euro es la falta de liderazgo, aunque casi un 60% le
da más de un 80% de probabilidades de supervivencia al euro.
Sobre las acciones de la UE, las más valoradas son las medidas de
soporte de la liquidez del BCE (57,3%) y la creación del Mecanismo
Europeo de Estabilidad (MEDE) (55,6%). Por el contrario, las menos son
la exigencia de ampliar el 'core capital' de la banca sistémica en la
eurozona hasta el 9% y la puesta en marcha del sistema de alerta
macroeconómica, según el 13,9% y el 7,8% de los panelistas,
respectivamente.
Por otro lado, las previsiones de los expertos sobre la evolución
de la economía española siguen sin ser nada halagüeñas y se mantiene la
tónica de estancamiento de los últimos consensos, ya que siguen viendo
que la situación es muy complicada y seguirá así en los próximos doce
meses.
En concreto, el 69,1% de los panelistas estima que la economía
española cerrará el año con un caída por encima del 1%. De ellos el 35%
cree que esta cifra estará por encima del 1,5%.
De cara a 2013, el 70% adelanta que España seguirá anclada en la
recesión, ya que el 75% de los encuestados cree que el consumo de las
familias seguirá cayendo en los próximos seis meses, mientras que el 95%
ve "desfavorables" las condiciones monetarias y financieras de las
empresas.
Las previsiones de crecimiento de la economía internacional
también se están viendo algo afectadas por la crisis del euro. La
opinión sobre la evolución de Estados Unidos, Japón y del mundo se
muestra ligeramente más negativa que en el trimestre anterior al bajar
en cinco puntos, hasta el 65,2%, el porcentaje de expertos que prevén
que la coyuntura global siga igual a final de año. Además, crece nueve
puntos, hasta el 14,8%, los que piensan que empeorará.
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