martes, 24 de julio de 2012

Cataluña admite dificultades y fragiliza todavía más la situación de España

MADRID.- España vivió horas de angustia el martes por unos mercados que le piden intereses insostenibles de más de 7,60% y la posibilidad de que Cataluña pida ayuda al Estado, como ya hizo la comunidad autónoma de Valencia.

"No está decidido acudir al fondo de liquidez", pero "es una opción que se estudiará", dijo la portavoz de la Generalitat, el gobierno catalán, Esther Vera, que reconoció que "los mercados se están cerrando para las comunidades autónomas".
Poco antes, el consejero de Economía de la Generalitat, en unas declaraciones a la BBC, había asegurado que el gobierno catalán va a recurrir al Fondo de Liquidez Autonómico, creado por el gobierno de Mariano Rajoy para socorrer a las comunidades autónomas en dificultades.
Al ser interrogado sobre una eventual petición de ayuda financiera de Cataluña al gobierno central de Madrid, Andreu Mas-Colell respondió: "Sí. La situación actual es que Cataluña no dispone de otro banco más que el gobierno español".
Estas noticias llegan en un momento en que España trata de "evitar un hundimiento financiero inminente", según el diario El Economista. La mayoría de los analistas consideran que el país terminará pidiendo un rescate como muy tarde en octubre.
A ello se sumó la decisión de la agencia de calificación financiera Moody's, que este martes bajó a negativa la perspectiva del Fondo europeo de estabilización financiera (FEEF), un día después de degradar la de Alemania, Holanda y Luxemburgo.
Esta revisión "sucede a los recientes cambios de perspectiva operados por Moody's sobre las notas de Estados de la zona euro que son garantes del FEEF", indicó un comunicado de la agencia.
Moody's indicó sin embargo el martes que mantiene la triple A acordada al FEEF, estimando que el Fondo continúa gozando "de la plena y entera garantía de los países miembro (de la zona euro, ndlr) calificados Aaa", la mejor posible.
Para aumentar la tensión que afecta a la eurozona, España provocó un enredo diplomático el martes al publicar una "supuesta" declaración común con Roma y París, según la cual "España, Italia y Francia exigen la aplicación inmediata de los acuerdos de la última cumbre española", una declaración desmentida de inmediato por las otras dos capitales.
El gobierno italiano manifestó su "estupor" por la iniciativa anunciada en este comunicado sobre la "supuesta" exigencia de España, Italia y Francia para que se "ejecuten inmediatamente los acuerdos" de la cumbre europea de junio.
El gobierno francés también negó el martes haberlo pedido.
"No hubo gestión conjunta con Italia y España. No he pedido una aplicación inmediata de los acuerdos. Seguimos las decisiones adoptadas en la cumbre europea y trabajamos en ello", dijo el ministro de Asuntos Europeos francés, Bernard Cazeneuve.
Finalmente, el secretario de Estado español para la Unión Europea, Iñigo Méndez de Vigo, afirmó que "en ningún momento ha estado en su ánimo decir que había una declaración conjunta de los tres países", según un comunicado difundido por su ministerio.
En este contexto, el ministro español de Economía Luis de Guindos se reunió el martes en la noche en Berlín con su homólogo alemán de Finanzas Wolfgang Schauble, antes de una entrevista el miércoles en París con el ministro francés Pierre Moscovici.
"Los tasas de interés en el mercado no se ajustan a su situación económica, ni a su potencial de crecimiento ni a su capacidad para reembolsar sus deudas públicas", declararon al término de su reunión en Berlín.
Los dos ministros recalcaron la importancia de los pasos a dar para la rápida aplicación de los acuerdos de la Cumbre europea del 28 de junio, "sobre todo aquellos que implican el completo establecimiento de una unión bancaria eficaz con una sola autoridad bancaria de supervisión".
El Tesoro español cumplió este martes su objetivo, captando 3.050 millones de euros, pero los intereses pasaron de 2,362% a 2,434% para las letras a tres meses y de 3,237% a 3,691% para las de seis, con respecto a la última emisión similar del 26 de junio, en la que ya se habían disparado.
Y el país sigue acosado. La Bolsa de Madrid perdió 3,58% cayendo por debajo de los 6.000 puntos, al nivel de 2003.
Tampoco había tregua en el frente de la deuda, donde las tasas para los bonos a diez años superaron el 7,60%, un nuevo récord desde la creación de la zona euro.
Las autoridades españolas quieren que el Banco Central Europeo compre deuda en el mercado secundario, como ya hizo el verano pasado, para reducir el acoso de los mercados.
La aprobación oficial el viernes pasado por el Eurogrupo de una ayuda de un máximo de 100.000 millones de euros para el sector bancario no ha tenido ningún efecto en los mercados, pues se vio eclipsado "por la petición de la región de Valencia", dice en un análisis Cyril Regnat, analista de Natixis.
"La situación de las comunidades, que parecía bajo control a principios de año, se ha deteriorado", y de las "17 comunidades autónomas españolas, seis pedirán ayuda al Estado", agrega.
"Al final, se suman al riesgo del Estado español el riesgo de las autonomías y el riesgo de los bancos, de ahí una reacción particularmente virulenta de los mercados de deuda", resume.
"A corto plazo, la única solución pasa por una acción del Banco Central Europeo (BCE) para ver una distensión de las tasas", en particular mediante la compra de deuda española, asegura la casa de corretaje Renta4.
La crisis de la Eurozona ya había dado un nuevo giro tras la advertencia, el lunes de la agencia de calificación Moody's a tres países con máxima nota, entre ellos Alemania, de que puede rebajársela.
La agencia de calificación aseguró que su decisión se basa en la "creciente incertidumbre sobre los resultados de la crisis de la deuda en la zona euro", la "creciente probabilidad de que Grecia salga de la zona euro" y que España e Italia puedan necesitar finalmente ayuda.

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