MADRID.- El ministro español de Economía y Competitividad, Luis
de Guindos, ha descartado la posibilidad de que España tenga que
recibir un rescate total, al tiempo que ha asegurado que la
"irracionalidad" de los mercados solo puede ser abordada con
determinadas actuaciones "muy específicas" que van más allá de los
gobiernos.
"Por supuesto", ha respondido De Guindos a los
medios en el Congreso a la pregunta de si se puede descartar el rescate a
pesar de que la prima de riesgo haya superado esta misma mañana la cota
histórica de los 640 puntos básicos, con una rentabilidad por encima
del 7,5%.
Según el ministro, lo que se está viviendo es una
situación de "enorme incertidumbre" que lleva a planteamientos
"irracionales" y a situaciones de "extremo nerviosismo" que solo se
pueden abordar con actuaciones que van más allá de los gobiernos, en una
clara alusión al Banco Central Europeo (BCE).
De hecho, De
Guindos ha asegurado que el Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer con
la puesta en marcha del proceso de ajuste del déficit público, reformas
"importantes y el saneamiento del sistema financiero".
"Ha hecho todo
lo que debía hacer", ha señalado.
El ministro ha reconocido que
el "rompeolas" de la incertidumbre es España, aunque la situación
afecta al conjunto de la zona euro. Además, ha descartado que la reunión
que mantendrá mañana con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, sea
extraordinaria al asegurar que el encuentro estaba previsto desde hace
varios días.
Durante su intervención en la Comisión de Economía, el ministro ha
explicado que España no será rescatada porque se diferencia de otros
países rescatados por ser competitivo y tener capacidad de crecimiento,
aunque ahora no haya muchos elementos para el optimismo o "luces
importantes".
El ministro ha admitido que no es sencillo acudir
al Congreso en un momento de tanta incertidumbre, aunque ha asegurado
que se alegra de dar explicaciones en momentos difíciles, ya que las
circunstancias exigen a los responsables políticos "dar la cara".
En cualquier caso, ha asegurado que España es un país "solvente" que
necesita "tiempo y financiación". A su parecer, el país tiene que
iniciar el proceso de ajuste de los desequilibrios acumulados partiendo
de una recapitalización financiera que otros países ya hicieron. "No voy
a mirar atrás, pero hay que hacerlo. No hay otra alternativa
disponible", ha aseverado, tras resaltar también la importancia de
intentar convencer a los mercados de que el país está poniendo en orden
sus finanzas públicas.
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