WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo hoy en
una décima el potencial de crecimiento mundial para 2012 por las
turbulencias de la zona euro, entre otras causas, y mermó el avance de
las economías emergentes, como Latinoamérica.
Así, el "Informe de Perspectivas Económicas Globales" del FMI
pronostica que la economía mundial cerrará 2012 con una expansión del
3,5 % (0,1 puntos menos que lo augurado en abril) y 2013 con un 3,9 % de
mejora (dos décimas menos que lo esperado hace tres meses).
El director de Asuntos Monetarios, José Viñals, admitió que hay
países "más vulnerables al contagio de la zona euro" y subrayó los
efectos de los problemas de la eurozona en la marcha económica del resto
del mundo.
El informe también resalta que el crecimiento "ha perdido ímpetu" en
economías emergentes como China, India y Brasil por el debilitamiento de
la actividad económica global y porque "en algunos casos la demanda
interna se ha desacelerado drásticamente".
Por regiones, América Latina y el Caribe encabezan los recortes de
las previsiones de crecimiento presentadas hoy por el FMI para 2012.
El organismo internacional predijo que América Latina cerrará el año
con una expansión del 3,4 % de su economía, por encima que las afectadas
economías avanzadas (1,4 %) pero por debajo del resto de países
emergentes y en desarrollo (5,6 %).
En comparación con abril, el Fondo ha rebajado en tres décimas las
perspectivas de avance de las economías latinoamericanas y ha situado
sus previsiones de crecimiento para la región este año lejos del 4,5 %
del año pasado y del 6,2 % de 2010.
Para 2013 el pronóstico mejora y augura que el centro y sur del
continente americano crecerán un 4,2 %, una décima más que las
previsiones hechas en primavera desde Washington.
En México, uno de los motores de la región, el Fondo prevé una
expansión del 3,9 % este año y del 3,6 % el siguiente, y tan solo ha
modificado sus previsiones para 2012, que ha mejorado en 0,3 puntos.
El organismo ha puesto el acento en Brasil, con un recorte de seis
décimas en el crecimiento previsto para este año, que queda en el 2,5
por ciento, uno de las mayores revisiones a la baja del informe.
No obstante, para 2013 espera un aumento del 4,6 por ciento, cinco décimas por encima de las previsiones presentadas en abril.
No es algo aislado. El FMI moderó hoy ligeramente su optimismo sobre
la marcha de las economías emergentes y en desarrollo, que crecerán un
5,6 por ciento en 2012 y un 5,9 en 2013.
El economista jefe, Olivier Blanchard, englobó esta tendencia en el
efecto dominó de la mala salud de las economías avanzadas, el descenso
de las exportaciones y el retroceso del comercio internacional.
También citó la existencia de ciertas "burbujas de crédito", entre
las que mencionó Brasil, y las consecuencias del abaratamiento del
petróleo para los países que lo exportan.
A escala mundial, las materias primas han bajado sus precios en el
último trimestre, con un producto estrella: el barril de petróleo, que
se encuentra en el mercado mayorista cerca de un 25 % más barato que en
abril.
Según el FMI, la bajada del precio se explica porque hay menos
optimismo sobre la demanda global, porque la Organización de Países
Exportadores de Petróleo (OPEP) ha mantenido la producción por encima de
las cuotas fijadas y porque, en el mapa geopolítico, las amenazas de
Irán se han mitigado.
Las dos mayores economías emergentes de Asia también han visto modificadas sus previsiones de crecimiento.
A China, el FMI le recorta en dos y tres décimas, respectivamente,
sus posibilidades en 2012 y 2013, y a la India le rebaja en siete
décimas su datos para ambos ejercicios.
En suma, la economía china avanzará un 8 % este año y un 8,5 % en el siguiente, y la India, un 6,1 % en 2012 y un 6,5 % en 2013.
Entre las economías consideradas incipientes, las de Europa Central y
Oriental, más afectadas por las turbulencias de la zona euro, dibujarán
el crecimiento más débil.
El contrapunto se encuentra al otro lado del Mediterráneo, donde las
economías de Oriente Medio y del Norte de África deberían protagonizar
mejoras "más vigorosas" que en 2011.
Más allá de las turbulencias europeas, el FMI habló de Japón, a quien
pidió subir el impuesto sobre el consumo, y de Estados Unidos, al que
alertó de nuevo del desacuerdo político para aumentar el techo o tope
del déficit y del que prevé un tímido avance del 2 % este año, una
décimas menos que lo apuntado en abril.
El director del Departamento Fiscal del FMI, Carlo Cottarelli,
advirtió que Estados Unidos no es inmune a la inestabilidad de las
economías del euro.
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