WASHINGTON. El agravamiento de la crisis de la zona euro
representa el riesgo más inmediato para la economía mundial por lo que
su resolución debe ser la "máxima prioridad", según advierte el Fondo
Monetario Internacional (FMI) en la actualización de sus perspectivas
económicas mundiales, donde asegura que las medidas acordadas en la
cumbre europea de finales de junio son "un paso en la dirección
adecuada", que necesita ser complementado con decisiones adicionales.
"El riesgo más inmediato sigue siendo el recrudecimiento de la
crisis de la zona del euro (...) En ese sentido, los acuerdos
concertados en la cumbre de dirigentes de la UE están bien encaminados.
Pero se necesitan otras medidas", apunta la institución internacional.
En este sentido, el FMI apunta que la implementación de los
acuerdos recientes contribuirá a quebrar la interacción adversa entre
las entidades soberanas y los bancos, y a crear una unión bancaria.
"Pero estas medidas deben estar complementadas por un mayor avance
hacia la unión bancaria y fiscal", advierte el Fondo, que subraya la
necesidad de que los países de la periferia "deben mantenerse bien
encaminados en lo que respecta a las reformas a las que se han
comprometido, para lo cual necesitarán un ambiente financiero y de
crecimiento propicio que debe verse facilitado a través del BCE y otros mecanismos a nivel de la zona del euro".
De hecho, la institución reconoce que la situación de las
economías en crisis de la zona del euro "probablemente siga siendo
precaria" hasta que se tomen todas las medidas de política necesarias
para resolver la crisis.
A este respecto, el FMI pide un compromiso creíble hacia una unión
monetaria robusta y completa, respaldada por reformas estructurales de
amplio alcance a lo largo y a lo ancho de la zona del euro, a fin de
estimular el crecimiento y resolver desequilibrios en cuenta corriente
dentro de la zona.
A corto plazo, la institución dirigida por Christine Lagarde
considera fundamental apuntalar la demanda y controlar la crisis para
amortiguar el impacto de las medidas de ajuste de la región y mantener
condiciones ordenadas en los mercados.
Asimismo, la entidad insta a poner en práctica los planes de
consolidación fiscal de la zona del euro, aunque señala que, en general,
es necesario centrar la atención en el logro de las metas fiscales
estructurales, y no en metas nominales que probablemente se vean
afectadas por las condiciones económicas.
"Teniendo en cuenta la gravedad de los riesgos a la baja, las
economías con una vulnerabilidad fiscal limitada deben mantenerse
preparadas para instituir medidas de contingencia en el ámbito fiscal,
en caso de que dichos riesgos se materialicen". añade.
Por otro lado, entre las medidas adicionales recomendadas, el FMI
subraya que el Banco Central Europeo (BCE) cuenta con margen para
relajar aún más su política monetaria, al mismo tiempo que sugiere a la
institución presidida por Mario Draghi que retome las compras de bonos
soberanos y las inyecciones de liquidez a más largo plazo.
"Hay margen para distender más la política monetaria de la zona
del euro", señala la institución, que considera que "el BCE debería
asegurarse de que su apoyo monetario se transmita de manera eficaz a
toda la región y debería seguir suministrando amplio respaldo de
liquidez a los bancos en condiciones suficientemente generosas.
En este sentido, el Fondo apunta que "quizá sean necesarias
medidas no convencionales, como la reactivación del Programa para los
Mercados de Valores, nuevas operaciones de financiación a plazo más
largo con
garantías menos exigentes o la introducción de compras de activos similares a una expansión cuantitativa".
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