MADRID.- El Ibex se ha aferrado a las ganancias
(+0,31%) y a la cota de los 7.100 puntos, pese a las trabas de Finlandia
y Holanda a los acuerdos de la cumbre europea adoptados la pasada
semana, que han sembrado dudas sobre la fortaleza del euro para salir de
la crisis.
La intención de ambos países de bloquear la compra de deuda
soberana de la zona euro en los mercados secundarios ha impedido que el
Ibex prolongara la fiesta del pasado viernes, que le llevó a registrar
la mayor subida de todo el año (+5,66%) al calor de los pactos de la
cumbre europea, entre ellos la recapitalización directa a la banca.
El selectivo madrileño se ha quedado rezagado, junto a Milán
(+0,2%), del resto de principales plazas del Viejo Continente, donde ha
cundido el optimismo y ha cosechado subidas superiores al 1% tanto en
Francfort como en París y Londres.
La prima de riesgo de España ha subido diez puntos respecto al
nivel que registró el pasado viernes al cierre de mercado y al término
de la sesión marcaba 486 puntos, aún lejos del umbral psicológico de
peligro de los 500 del que logró apartarse tras los acuerdos de la
cumbre.
Las declaraciones de Finlandia y de Holanda también se han dejado
notar en el mercado de divisas, donde el euro ha cedido posiciones
respecto al dólar hasta situar su cambio en 1,2583 'billetes verdes' al
cierre de las bolsas a este lado del Atlántico.
Los puestos de cabeza del ranking de mayores subidas han sido para
REE (+5,32%), Gamesa (+3,62%) y Sacyr Vallehermoso (+3,23%),
apuntaladas por Endesa (+1,81%) y Repsol (+1,07%), y en menor medida por
Telefónica (+0,34%).
La gran banca, Santander (+0,56%), BBVA (+0,11%) y Caixabank
(+1,48%), ha logrado terminar en verde tras teñirse de rojo en diversos
momentos de la negociación, mientras que la nacionalizada Bankia ha
sumado un 2,27% y banca mediana ha descrito comportamientos dispares.
Así, Sabadell ha sumado un 0,72% y Bankinter casi termina en
tablas (-0,07%). Menos suerte ha tenido Popular, que ha caído un 0,73% y
se ha colocado en el peor puesto de cola tras ACS (-2,87%), farolillo
rojo.
En la semana que entra, los inversores estarán pendientes de la
cita con el Banco Central Europeo (BCE), reunión en la que se podría
acordar una bajada de los tipos de interés de un cuartillo, hasta
dejarlos en el 0,75%, según Inversis.
La ausencia de presión sobre los precios y las cada vez mayores
evidencias de recesión económica, junto a las iniciativas políticas de
la cumbre, podrían sacar al BCE del segundo plano en el que ha
permanecido hasta ahora con alguna actuación como regulador de los
mercados si fuera necesario.
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