MADRID.- El PIB se contrajo un 0,4% en tasa
intertrimestral en el segundo trimestre del año y un 1% en tasa
interanual, según estima el Banco de España en su boletín económico de
julio y agosto, en el que afirma que la economía española se ha visto
"fuertemente afectada" en los últimos meses por el recrudecimiento de
las tensiones financieras en la zona euro.
Las "dudas" sobre la
economía española, fruto de las necesidades de recapitalización de la
banca y de su capacidad para recortar el déficit según las pautas
europeas, "han agravado" la crisis de deuda soberana, según el Banco de
España, que añade que en respuesta a los riesgos de esta situación se
acometieron diversas actuaciones desde el Gobierno, como la petición de
rescate de sus bancos y la aprobación de un "ambicioso paquete de
medidas" para reconducir el déficit, en referencia a los recortes
aprobados por el Gobierno el pasado 13 de julio.
El organismo
subraya que la actividad económica española mostró un "ritmo más
intenso" de desaceleración en el segundo trimestre de este año en
comparación con los dos trimestres anteriores, cuando el PIB cayó un
0,3% en ambos casos, debido a un retroceso de la demanda nacional "más
acentuado" (-1,2%) como consecuencia de que el gasto de las familias y
la demanda de las administraciones públicas aceleró su contracción.
En concreto, estima que el consumo familiar se redujo un 0,5% en tasa
intertrimestral, influido por la destrucción de empleo, la pérdida de
valor de la riqueza y, en general, por el clima de incertidumbre "que ha
conducido a una revisión a la baja de las perspectivas económicas".
La demanda exterior neta "amortiguó" en parte el impacto negativo de la
caída de la demanda nacional, según la institución que gobierna Luis
María Linde, ya que realizó una aportación positiva al PIB de ocho
décimas, "más alta que la del trimestre precedente", gracias a la
"moderada recuperación" de las exportaciones.
"En el segundo
trimestre, la economía española ha continuado su proceso de ajuste, con
una contracción sustancial del gasto privado y del público y una mejora
del déficit exterior, pero estos desarrollos han tenido que enfrentarse a
un entorno muy complicado, caracterizado por el debilitamiento de la
economía mundial, la inestabilidad de los mercados financieros y las
dudas sobre la dirección y el ritmo de la eventual reforma del marco
institucional de la zona euro", reza el boletín.
El Banco de
España estima además que el empleo retrocedió en el segundo trimestre a
un ritmo anual del 4,6%, con la productividad creciendo a tasas elevadas
(+3,8%), que la inversión en bienes de equipo disminuyó un 2,2% y que
la inversión en construcción no residencial también registró tasas
negativas.
En este contexto, el Banco de España cree que la economía española ha
mostrado "dos fuentes relevantes de vulnerabilidad": por un lado, la
situación de parte del sistema bancario y, por otro, la percepción de
que las administraciones públicas tienen dificultades para reconducir de
manera efectiva las finanzas públicas hacia una senda de estabilidad.
En todo caso, el organismo emisor espera que los planes de
reestructuración, saneamiento y recapitalización puestos en marcha con
apoyo financiero de la UE, la "estricta condicionalidad financiera que
los acompaña" y la realización de ejercicios de resistencia y auditorías
por parte de evaluadores externos "permitan recobrar la confianza" en
el sistema bancario.
Asimismo, asegura que la Ley Orgánica de
Estabilidad Presupuestaria, "si se aplica con rigor", será un
instrumento esencial para alcanzar la disciplina presupuestaria, a lo
que también contribuirá, en su opinión, el paquete fiscal recientemente
aprobado por el Gobierno.
"Las desviaciones detectadas en la
evolución de la recaudación en los últimos meses señalaban los riesgos
de que, de nuevo este año, el déficit público rebasara el objetivo
marcado (...) Cabe esperar que las medidas presupuestarias recientemente
aprobadas permitan reconducir la senda de consolidación fiscal hacia
los nuevos objetivos (de déficit)", apunta en su boletín.
Entre
las últimas medidas aprobadas por el Gobierno se encuentra la subida
del IVA, así como otras alzas impositivas que, según el Banco de España,
tendrán sólo una "traslación parcial" a los precios debido a la
recesión económica, en línea con lo sucedido en 2010.
"El
impacto sobre la tasa de inflación será pasajero", dice el Banco de
España, que precisa que la subida de algunos precios como resultado del
alza del IVA, además de los que afectan a precios regulados como la
electricidad, los medicamentos o las tasas universitarias, "se verán
parcialmente compensados por el impacto de los menores precios del
petróleo observado en las últimas semanas, tendencia que podría
continuar en los próximos meses".
En cualquier caso,
adicionalmente a las medidas aprobadas, el Banco de España insta a
acelerar los avances en el ámbito de las reformas estructurales,
"liberalizando algunos sectores donde el grado de competencia es
insuficiente", reduciendo trabas administrativas e introduciendo una
mayor transparencia en los mercados de bienes y servicios.
"Estas actuaciones pueden amortiguar el efecto negativo a corto plazo de
la mayor restricción fiscal y, sobre todo, son las que van a determinar
el potencial de crecimiento a medio y largo plazo de la economía y su
productividad", asegura.
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