sábado, 7 de julio de 2012

La mayoría de los alemanes, en contra de contribuir al rescate de países con problemas

BERLÍN.- La mayoría de los alemanes, en concreto un 54 por ciento, está en contra de que su Gobierno intente salvar el euro a costa de ayudar económicamente a países en dificultades, según un sondeo publicado por el periódico 'Der Spiegel' y que muestra que tres de cada cuatro ciudadanos quieren una mayor supervisión fiscal desde Bruselas.

   La encuesta, realizada a mil personas entre los días 3 y 4 de junio, pregunta a los entrevistados por sus preocupaciones en materia económica y por la gestión que debería hacer de la crisis el Gobierno de Angela Merkel.
   Un 54 por ciento de las personas encuestadas no quiere que Alemania siga aportando dinero a planes de rescate, un porcentaje que supera en 13 puntos el de quienes sí son favorables a ayudar a los países con más dificultades.
   Sí existe un mayor consenso en cuanto a la necesidad de control presupuestario, ya que el 74 por ciento de los entrevistados considera que una autoridad central europea debería vigilar de forma estricta las cuentas de cada Estado, algo a lo que sólo se opone un 22 por ciento que se desmarca, por tanto, de la postura oficial de Berlín.
   Sobre las preocupaciones que tienen los alemanes, el sondeo refleja que un 69 por ciento teme un posible aumento de los precios, un 48 por ciento teme por el futuro de sus ahorros y un 47 por ciento está preocupado por las pensiones, según recoge la edición en Internet de 'Der Spiegel'.

Consejo de Japón

El ministro japones de Finanzas, Jun Azumi, abogó por mayores esfuerzos de Europa para solucionar los problemas fiscales que afectan a la Eurozona, relacionados con la crisis de la deuda soberana.

  El funcionario recordó que los mercados financieros se tranquilizarán solo cuando se eliminen las causas de las severas turbulencias.

Por ello, mencionó la posibilidad de diseñar una estrategia para avanzar hacia la unión bancaria y fiscal en la región.

Azumi consideró positivo que los líderes de la Unión Europea (UE) fijen objetivos antes de las reuniones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, a efectuarse en Tokio en octubre próximo.

Al respecto, los analistas recordaron que la cumbre de la UE la pasada semana dejó como saldo un acuerdo dirigido a lanzar el proceso para una mayor integración económica y monetaria. Para ello, el Consejo del bloque, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo elaborarán un programa a presentar en la cita máxima comunitaria.

Japón mantiene estrecha vigilancia sobre la situación en la Eurozona, apoyado por mecanismos dirigidos a elevar los niveles de liquidez en el sistema financiero si los acontecimientos lo requieren.

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