HELSINKI.- La petición de avales a España por su
contribución al rescate de hasta 100.000 millones de euros para la banca
divide al Gobierno de coalición finlandés. El presidente del grupo
parlamentario conservador, del que procede el primer ministro, Jyrki
Katainen, ve innecesario pedir estas garantías al Gobierno de Mariano
Rajoy, mientras que la ministra de Finanzas y líder del partido
socialdemócrata, Jutta Urpilainen, sostiene que lo contrario sería
perjudicial para los contribuyentes finlandeses.
Urpilainen ha dicho esta semana que las negociaciones con España
avanzan en una atmósfera muy constructiva y ha sugerido que los avales
podrían ser acciones de bancos. Helsinki y Madrid deben llegar a un
acuerdo antes del próximo jueves, fecha en que el rescate bancario se
discutirá en el parlamento finlandés. De lo contrario, el préstamo no
podrá aprobarse en el Eurogrupo del 20 de julio.
Finlandia es el único país que pide garantías a España. "No estoy
convencido de que la petición de garantías beneficie a los ciudadanos
finlandeses", ha dicho el responsable del grupo conservador, Jan
Vapaavuori, contradiciendo la postura de Katainen.
"Causa irritación en muchos países de la eurozona, y no sólo
porque puede provocar retrasos", ha resaltado en declaraciones recogidas
por la prensa finlandesa.
"Está en juego la estabilidad de los mercados de bonos de la
eurozona y eso también repercute negativamente en Finlandia", ha
indicado. Urpilainen le ha acusado en su réplica de "jugar en el equipo
español, lo que puede resultar caro para los contribuyentes
finlandeses".
El primer ministro ha anunciado que, si hay acuerdo con España,
presentará el paquete al Gobierno finlandés el 19 de julio. Ese mismo
día el Parlamento alemán se pronunciará sobre el rescate bancario.
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