ROMA.- El primer ministro italiano, Mario Monti, se
ha mostrado este viernes reacio a que Italia pueda recurrir a ayuda
externa, ya que considera que el país transalpino debería resolver sus
problemas financieros por sus propios medios, al mismo tiempo que ha
defendido que la economía del país está en el buen camino para cumplir
los objetivos fijados para poner bajo control las finanzas públicas.
En declaraciones a la prensa tras celebrar el habitual consejo
de ministros de los viernes, el primer ministro italiano opinó que "lo
mejor es poder contar con la ayuda de todos, pero no ser uno de los que
tienen que pedirla".
El excomisario europeo, que ha venido presionando a sus
colegas de la eurozona para que permitan flexibilizar el uso de los
mecanismos de rescate, se ha mostrado siempre firmemente contrario a la
posibilidad de que Italia finalmente tuviera que hacer uso de los
mismos.
En este sentido, Monti ha mostrado su confianza en que el país
transalpino cumplirá sus objetivos macroeconómicos sin introducir
nuevas medidas de consolidación fiscal, descartando expresamente la
posibilidad de fijar un impuesto a las grandes fortunas. "Un impuesto a
los ricos no forma parte de nuestra agenda de Gobierno", dijo.
Asimismo, el primer ministro italiano se mostró confiado en
que las reformas aplicadas darán sus frutos, aunque reiteró que "llevará
algo de tiempo empezar a ver resultados".
Por otro lado, el primer ministro italiano lamentó los
elevados costes de financiación que afronta Italia en los mercados de
deuda, algo que atribuyó a las dudas de los mercados sobre la capacidad
de España de evitar un rescate completo, al estilo de los aplicados a
Grecia, Irlanda o Portugal.
"Es difícil saber en qué medida el contagio viene de Grecia,
Portugal o Irlanda, o de la situación de los bancos españoles (...)
Obviamente, sin los problemas de esos países, los intereses de Italia
serían más bajos", añadió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario