LONDRES.- La agencia de calificación crediticia Moody's
considera que las últimas palabras del presidente del Banco Central
Europeo (BCE), Mario Draghi, reafirma la voluntad de la institución para
"comprar tiempo" a la hora de encontrar una solución a la crisis de
deuda de la eurozona, pero advierte de que la institución no puede
resolver los problemas de la unión monetaria.
En su informe semanal 'Moody's Credit Outlook', la agencia destaca
que la idea del apoyo del BCE es "fundamental" para la credibilidad de
la estrategia de las autoridades europeas para resolver la crisis, "un
enfoque reactivo y gradual que hace inevitables presiones periódicas".
"La voluntad del BCE para actuar de una manera que, impulsando la
confianza de los inversores en los soberanos de la periferia, apoye de
forma temporal el continuado acceso de estos países a los mercados de
deuda representa un elemento crucial de la estrategia", asegura Moody's,
quien recuerda el impacto positivo que tuvieron las dos subastas de
inyección de liquidez a tres años.
Sin embargo, la agencia de calificación crediticia alerta de que
el BCE no puede hacer otra cosa que comprar tiempo, ya que "sus acciones
por sí solas no van a resolver la crisis de deuda".
En su opinión, la resolución de la crisis depende en última
instancia de lograr "cambios fundamentales" en las posiciones
presupuestarias y de deuda de los estados miembros, cambios
estructurales necesarios para estimular el crecimiento y reformas
institucionales en la gobernanza económica y fiscal de la zona euro.
"Cada cambio tardará años en llevarse a cabo, y el apoyo del BCE será
esencial para preservar el euro durante este tiempo", agrega.
Por otro lado, la agencia recuerda que la declaraciones de Draghi
no incluyen ningún "propuesta concreta" y tampoco ofrecen perspectivas
"más sólidas" de que la crisis de la eurozona se vaya a resolver con
rapidez. Así, añade que el momento de su anuncio es "significativo" e
indica el nivel de preocupación que existe entre los políticos europeos.
"Esto reafirma nuestra opinión de que el BCE hará en última
instancia todo lo que pueda para apoyar los esfuerzos de los políticos
para resolver la crisis. Sin embargo, esta es una condición necesaria,
pero no suficiente, para que la actual estrategia de las autoridades de
la eurozona tenga éxito", insiste.
Por último, también hace referencia a los desacuerdos que existen
entre algunos miembros del BCE sobre como debe actuar la institución,
algo que ha afectado de forma negativa al desarrollo de las políticas de
las autoridades de la zona euro y que ha contribuido significativamente
a agravar la crisis.
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