FRANCFORT.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE),
Mario Draghi, ha asegurado que la institución no tiene como función
resolver los problemas financieros de los Estados, frente a las voces
que piden al BCE una mayor implicación para resolver la crisis económica
que afecta a la eurozona.
"Nuestra función consiste en asegurar la estabilidad de los
precios y contribuir a la estabilidad del sistema financiero con una
completa independencia", explicó Draghi en una entrevista al diario
francés 'Le Monde'.
"La idea de que existe un pacto entre gobiernos y BCE es un
malentendido. Nuestro mandato no consiste en resolver los problemas
financieros de los países", indicó.
Draghi consideró que cualquier "compromiso firme de los países,
incluso a largo plazo", tiene "un impacto a corto plazo" sobre la
economía.
Sobre la posibilidad de que el BCE pueda desempeñar un papel de
supervisión bancaria, Draghi recordó que esta medida ha tenido un buen
resultado a nivel nacional. "Si este papel cayera en manos del BCE",
indicó Draghi, la institución "trabajaría con los supervisores
nacionales, teniendo en cuenta sus considerables experiencias y
habilidades".
El presidente del BCE apuntó no obstante que "la supervisión
bancaria debe separarse de la política monetaria" para evitar cualquier
tipo de "contaminación". En este sentido, Draghi no vio con malos ojos
el desarrollo de "una estructura independiente", emparejada con los
beneficios de la información que procede de la supervisión bancaria.
Sobre las estimaciones del BCE respecto a la actual crisis en
España, Draghi indicó que la institución "ha advertido a España en
numerosas ocasiones de que no debe permitir que el déficit actual se
escape a su control" y ha alertado del "excesivo crecimiento del
crédito".
Finalmente, el presidente manifestó que, aun en el marco de una
unión monetaria, "la lucha contra la burbuja inmobiliaria" debe proceder
de políticas "macroprudenciales" que deben llevarse a cabo "a nivel
nacional".
Al Gobierno español sólo le queda el grito desesperado de ayuda al BCE para que de una vez por todas se decida a comprar deuda pública española. Pero el presidente del organismo, Mario Draghi, no se deja ablandar por estos mensajes. Draghi se mantiene firme en los principios que rigen la actuación del BCE.
Draghi ha sido muy criticado por su reiterada negativa a que el BCE actúe como prestamista de última instancia de los estados en apuros. Los mensajes más duros le llegan, lógicamente, desde España.
Al Gobierno español sólo le queda el grito desesperado de ayuda al BCE para que de una vez por todas se decida a comprar deuda pública española. Pero el presidente del organismo, Mario Draghi, no se deja ablandar por estos mensajes. Draghi se mantiene firme en los principios que rigen la actuación del BCE.
Draghi ha sido muy criticado por su reiterada negativa a que el BCE actúe como prestamista de última instancia de los estados en apuros. Los mensajes más duros le llegan, lógicamente, desde España.
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