WASHINGTON.- El veterano economista del consejo ejecutivo
del Fondo Monetario Internacional (FMI) Peter Doyle presentó su dimisión
en cuya carta critica el "fracaso de primera categoría" de la gestión
de la crisis económica global y la "incompetencia" del Fondo. Es más,
Doyle, que ha trabajado durante 20 años en el FMI, dice estar
"avergonzado" por su vinculación a la entidad.
En una carta obtenida por la cadena norteamericana CNN, Doyle
comienza: "Después de 20 años de servicio, estoy avergonzado de tener
cualquier tipo de asociación con el Fondo de todas las maneras".
Así, introduce una carta en la que reitera sus críticas al FMI por
su actuación en el actual contexto de crisis económica. "Esto no es
solo por la incompetencia" del organismo, "también por las notables
dificultades en estas crisis que, como en otras, fueron identificadas
bien de antemano pero suprimidas después", afirma Doyle, certificando
que el FMI ha eliminado información.
Doyle achaca esta mala praxis del FMI a los "los extensos periodos
de gestación y los prolongados procesos de toma de decisiones a nivel
internacional".
"El fracaso del Fondo al abordar (los retos globales)
constituye un fracaso de primer orden, incluso cuando a dichas
advertencias no se les ha prestado atención", reseña.
El FMI, "en los últimos dos años, ha estado desempeñando un rol
del día a día y a modo de reacción a través de esfuerzos de última hora"
para evitar las "consecuencias" de esta mala gestión de la crisis,
véase "el sufrimiento de muchos en Grecia o que la segunda divisa
mundial --el euro-- esté al borde del precipicio", argumenta Doyle.
El veterano economista del FMI achaca "los fracasos de la
vigilancia del FMI" a la "aversión hacia el riesgo analítico, las
prioridades bilaterales y la influencia europea", unos factores,
puntualiza, "están cada vez más arraigado, en detrimento de las
iniciativas" propuestas para solucionarlos.
En este sentido, pone como ejemplo la elección de los directores
generales del FMI que, en la última década, "han sido un absoluto y
evidente desastre" y cuyo proceso es "ilegítimo". Para terminar, Doyle
arremete contra el consejo ejecutivo por preferir mantener a un "Fondo
inválido".
El FMI ya ha salido al paso de estas declaraciones. "Las
afirmaciones de Peter ya están documentadas en los medios, incluidos los
informes de la Oficina Independiente de Evaluación", aquellos que,
según Doyle, fueron ignorados por el Fondo tanto en 2009 y 2011 y de los
que él mismo fue partícipe.
A través de su portavoz, William Murray, el FMI ha negado que las
aportaciones de Doyle o las de cualquier otro miembro del Fondo hayan
sido "suprimidas". No obstante, no ha querido valorar las críticas sobre
el proceso de elección del director general del organismo, una cuestión
que también ha sido reprochada por las potencias emergentes como
Brasil, China o India, que pujan por tener una mayor presencia en los
órganos internacionales.
En base a un acuerdo no escrito entre Europa y Estados Unidos, el
FMI siempre sería dirigido por una persona de nacionalidad europea,
mientras que el Banco Mundial recaería sobre un estadounidense o, en su
defecto, que sea del gusto de Washington.
La credibilidad del FMI ha sufrido varios varapalos tras la
inusitada marcha de Rodrigo Rato antes de terminar su mandato, en 2007, y
la de Dominique Strauss-Kahn, acusado de abusar sexualmente de una
camarera en un hotel de Nueva York.
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