MADRID.- Más de 1.400 agentes de la Policía Nacional
que estaban dedicados en España a labores de escolta y protección, tanto de
personas como de edificios, pasarán a desempeñar tareas de seguridad
ciudadana y lucha contra el crimen organizado.
Esta reorganización puesta en marcha por la Dirección General
de la Policía obedece al programa de reducción de escoltas que, de forma
escalonada, está desarrollando el Ministerio del Interior después de
observar que el número de policías destinados a labores de protección
"no se corresponde con los actuales niveles de riesgo ni con las
exigencias de ahorro derivadas de la actual crisis económica".
Estos más de 1.400 agentes se incorporarán a servicios de
seguridad ciudadana, como la Brigada Móvil o radiopatrullas; a los
distintos grupos de lucha contra el crimen organizado, y a la próxima
Unidad de Investigación Tecnológica (UIT).
En concreto, algo más de un centenar de efectivos reforzarán
la jefatura de la Brigada Móvil con el objetivo de fortalecer la
seguridad y la eficacia policial en los medios de transporte. Parte de
estos cien agentes proceden de los servicios de escolta y seguridad
estática.
Actualmente la jefatura de la Brigada Móvil está compuesta por
541 agentes, de todas las escalas y categorías, distribuidos en la
Unidad Central de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana y otras 13
unidades móviles en distintas provincias.
Además, con la inmediata incorporación de estos cien agentes
se reforzará el servicio, especialmente en estas fechas estivales en las
que existe un mayor flujo de viajeros. Paralelamente se ha propuesto la
creación de una nueva unidad en Mérida.
La Brigada Móvil o Policía en el Transporte es una unidad
especializada cuya misión es la prevención del delito en los diferentes
medios de transporte de pasajeros, tanto en las líneas regulares como en
las estaciones de autobuses, ferrocarril y marítimas.
El uso masivo de los medios de transporte por la población y
la adaptación de muchas de sus instalaciones como centros comerciales,
confieren a este sector características especiales que la delincuencia,
en sus múltiples facetas, utiliza para cometer actos de naturaleza
delictiva.
Además, las nuevas formas de terrorismo, delincuencia
organizada y otras acciones ilícitas repercuten aún más en el trabajo de
la Policía Nacional para lograr un transporte aún más seguro y reducir
los índices de delincuencia.
Actualmente la Jefatura de la Brigada Móvil cuenta con unidades
periféricas en Madrid, Barcelona, Granada, Málaga, Oviedo, Sevilla,
Algeciras, Valencia, Alicante, Valladolid, Burgos, La Coruña y Zaragoza.
Para una mayor eficacia, la Brigada Móvil o Policía en el Transporte
debe desarrollar su actividad tanto de uniforme como de paisano. De
uniforme se busca el contacto con los viajeros en trenes, autobuses y
estaciones de llegada, intermedias y término, patrullando las mismas
para evitar la comisión de delitos. Con esta actuación se abarcan dos
aspectos: la prevención y la seguridad subjetiva de los ciudadanos.
Los agentes de la Brigada Móvil trabajan también de paisano
para la investigación de los delitos cometidos en su ámbito, viajando en
aquellos trenes y autobuses que se consideren de mayor vulnerabilidad.
Las funciones específicas de esta unidad especializada se
concentran principalmente en la proximidad con el viajero, en funciones
de asistencia e información; control de la delincuencia común y
vandalismo (grafitis y daños al mobiliario) o la participación en la
ejecución de planes de emergencia.
Además, los agentes desarrollan actuaciones operativas
específicamente dirigidas a la lucha contra la delincuencia en sus
diversas facetas: terrorismo, delincuencia organizada, tráfico de
estupefacientes o trata de seres humanos.
Junto a estas funciones se encuentra la captación de
información y la cooperación internacional, participando en los grupos
de trabajo, en los dispositivos internacionales de prevención y lucha
contra la delincuencia en los transportes europeos.
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