MADRID.- El Tesoro Público español tendrá que captar unos
100.000 millones de los mercados en lo que queda de año para financiar
los vencimientos pendientes y el déficit público, según datos del
mercado primario.
Los vencimientos de la segunda parte del ejercicio ascienden a
63.000 millones de euros, a los que hay que sumar al menos la mitad del
déficit público previsto para este año (6,3%), lo que supone más de
30.000 millones, y los 4.000 millones que se ha comprometido a aportar
al fondo de liquidez autonómico.
De esta forma, el Tesoro tiene por delante la difícil tarea de
captar unos 100.000 millones de euros en seis meses en un momento de
máxima tensión en los mercados, aunque parece que el organismo no tiene
intención de modificar su calendario de emisiones.
La falta de confianza de los mercados, el desplome de la
recaudación y el necesario rescate de algunas comunidades con problemas
de liquidez pueden dificultar el trabajo al Tesoro, que se está viendo
obligado a ofrecer rentabilidades muy elevadas para captar dinero en los
mercados.
De hecho, la rentabilidad de las letras a 3 meses, el interés del
papel a más corto plazo que emite el organismo, se ha multiplicado por
ocho en lo que va de año. En la primera emisión de estas letras de 2012
(21 de febrero), el Tesoro pagó una rentabilidad media del 0,3%,
mientras que en la última que ha hecho (24 de julio) el interés ha
escalado al 2,4%.
A principios de año, el Tesoro optó por sacar al mercado papel a
más largo plazo para aprovechar las condiciones de mercado, mejores
gracias a las intervenciones del Banco Central Europeo (BCE).
Esta decisión ha permitido al Tesoro cubrir el 72,2% de las
emisiones de deuda a medio y largo plazo previstas y mantener una
estrategia más prudente después de que se desvaneciera el efecto de las
subastas del BCE.
Tras el recrudecimiento de las tensiones por las dudas que genera
la economía española y su capacidad de hacer frente a la crisis de deuda
sin ayuda, el Tesoro decidió refugiarse en el corto plazo para evitar
pagar rentabilidades muy elevadas durante largos periodos de tiempo.
Sin embargo, los analistas consultados por Europa Press creen que
esta estrategia no puede alargarse mucho y que el Tesoro tendrá que
volver antes o después a apostar por las emisiones a largo plazo si
quiere hacer frente a los vencimientos pendientes en el año.
En concreto, el Tesoro afronta estos meses dos momentos clave en
el segundo semestre de los cuatro que tradicionalmente son difíciles
para el organismo: febrero, abril, julio y octubre.
A finales del mes de julio, el Tesoro ha afrontado vencimientos
por valor de 16.991 millones de euros (4.118 millones en letras y 12.873
millones en bonos), una cifra menor a la que se tuvo que hacer frente
en abril.
El último vencimiento, el que tendrá lugar en el mes de octubre,
será el más difícil para el organismo dirigido por Íñigo Fernández de
Mesa, ya que la cantidad ascenderá a 26.351 millones (6.085 millones en
letras y 20.266 millones en bonos y obligaciones).
En el resto de los meses de 2012 los vencimientos serán
considerablemente inferiores y más fáciles para el Tesoro, ya que apenas
superarán los 7.000 millones de euros.
En cualquier caso, el organismo tendrá que hacer frente a una
situación muy tensa en los mercados, a pesar de que las palabras del
presidente del Banco Central Europeo (BCE) sobre su intención de hacer
todo lo que esté en su mano para salvar a la eurozona parecen haber
proporcionado cierto respiro.
De hecho, la prima de riesgo, que no ha parado de marcar máximos
esta semana, se ha situado por debajo de los 600 puntos básicos tras las
palabras de Draghi, que abren la puerta a la posibilidad de conceder
una 'ficha bancaria' al fondo de rescate, reactivar el programa de
compra soberana o poner en marcha nuevas subastas de liquidez a largo
plazo.
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