BRUSELAS.- El Defensor del Pueblo, que tiene mucho trabajo últimamente
con el BCE, ha iniciado una investigación en torno al presidente del
Banco Central Europeo (BCE), respondiendo a una queja formal del
Observatorio Corporativo Europeo (CEO) relativa a la pertenencia de
Draghi a un grupo de presión bancario llamado Grupo de los Treinta
(G30).
Según CEO, que es una organización independiente que hace
seguimientos de los lobbys en la Unión Europea, el que el presidente del
Banco Central Europeo pertenezca a uno de ellos crea un conflicto de
intereses.
La denuncia señala que la pertenencia de Draghi al «Grupo de los
Treinta», y el hecho de que asista a reuniones a puerta cerrada
contradice las normas éticas del BCE.
El G 30, es una asociación exclusiva para directivos de bancos, que
reúne a banqueros del sector privado, junto a figuras del gobierno y del
sector académico. Su objetivo declarado, es influir en la banca pública
y privada.Su presidente es Jean-Claude Trichet, anterior presidente del
BCE.
Según la organización, pertenecer a ese club crea dudas sobre la
independencia del Banco Central Europeo y por lo tanto, conflicto de
intereses. Kenneth Haar, de CEO señala que «con la crisis de la zona
euro el Banco Central Europeo está asumiendo un papel cada vez más
importante en el apoyo y la regulación del sector bancario. Es
preocupante que el presidente del BCE siga siendo miembro activo del
Grupo de los Treinta. El BCE tiene normas éticas que parecen haber sido
ignoradas en este caso. Es como si importaran un bledo».
En la queja al Defensor del Pueblo de la UE, se señalan cinco puntos
en los que las normas éticas del BCE podrían haber sido ignoradas,
poniendo en peligro la independencia y la reputación del banco.
La queja ha sido enviada al BCE que tiene tiempo para responder hasta el 31 de octubre.
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