jueves, 6 de septiembre de 2012

El BCE saca su artillería pesada para salvar al euro

BRUSELAS.- El Banco Central Europeo (BCE) anunció el jueves compras ilimitadas de bonos de deuda soberana con vencimientos de entre uno y tres años de países de la Eurozona que lo soliciten, bajo estrictas condiciones, para enfrentar una crisis que paraliza a la región y preocupa al mundo.

La medida, anunciada por el presidente de la institución, Mario Draghi, fue recibida con fuertes alzas en las bolsas: Madrid cerró con ganancias de 4,91% y Milán registró una subida de 4,31%. Londres ganó 2,11%, París 3,06% y Fráncfort 2,91%.
También permitieron aflojar la presión sobre las deudas de los países más golpeados por la crisis, como España e Italia.
Las iniciativas apuntan precisamente a contrarrestar el fuerte diferencial entre las tasas exigidas por los mercados a esos países y las que pagan aquellos que ostentan economías más sólidas, como Alemania.
El programa de compra de deuda, -"Outright monetary transactions" (OMT, transacciones monetarias directas)- se lanzó debido a las "perturbaciones graves observadas en el mercado de la deuda pública por temores infundados por parte de los inversores sobre la reversibilidad del euro", dijo Draghi.
Las medidas no apuntan a reducir las primas de riesgo (diferenciales con las tasas alemanas de referencia) hasta algún nivel específico, precisó Draghi.
Pero su activación supone un pedido formal por parte de los interesados.
Al recibir en Madrid a la canciller alemana Angela Merkel, el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró sin embargo que no había solicitado ningún tipo de rescate global y se negó a comentar las iniciativas del BCE. "Cuando tenga alguna novedad, si la tengo, se la contaré", se limitó a responder.
El BCE realizará sus intervenciones a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y de su futuro sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
El BCE decidió además flexibilizar los criterios de las garantías que exige a los bancos de la zona euro cuando otorga préstamos a través de operaciones de refinanciación.
Y se abstendrá de reclamar prioridad en los reembolsos (principio de "seniority') frente a los acreedores privados en caso de insolvencia de un país, contrariamente a lo ocurrido cuando a inicios de año concedió una quita parcial de la deuda griega.
Según Merkel, el BCE tomó sus decisiones "en el marco de su independencia y su mandato".
El presidente del Banco Central alemán, Jens Weidmann, se había opuesto a ese tipo de medidas.
Y Draghi reveló que un miembro del consejo de gobernadores del BCE había votado en contra de las decisiones.
El BCE mantuvo por otro lado sin cambios su tasa básica de interés en 0,75%. Ese nivel, vigente desde julio, es su mínimo histórico, y los analistas estiman que podría reducirse aún más este año, dada la necesidad de incentivar la economía de la Eurozona, que se hunde en la recesión.

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