ATENAS.- Trabajar sin cobrar. Una realidad cada vez más frecuente en la Grecia
de la crisis y del quinto año en recesión y que, según cifras
oficiales, afectaba ya el pasado año al 10% de los asalariados del país.
El secretario de la Unión de Inspectores de Trabajo,
Mijalis Jalaris, advirtió el pasado 2 de septiembre de que el 67% de las
quejas recibidas en su departamento se debían a retrasos e impagos de salarios.
Jalaris
indicó que, según los datos del propio Ministerio de Trabajo, en 2011
unas 120.000 empresas dejaron de pagar, al menos, tres mensualidades a
un total de 400.000 trabajadores, es decir, a más de un 10% de los empleados de todo el país.
Los
sindicatos atribuyen esta tendencia a las medidas de austeridad
impuestas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional y por
los sucesivos Gobiernos griegos, a los que acusan de agravar la crisis con sus rebajas de salarios y aumento de impuestos, que han minado la capacidad adquisitiva y el consumo.
"El poder adquisitivo de los griegos que cobran el salario mínimo
(571 euros) ha descendido a niveles de finales de la década de 1970. Y
hay 250.000 trabajadores que cobran ese salario y otro medio millón que
cobran menos porque trabajan a tiempo parcial", explica a Savas
Robbolis, del Instituto del Trabajo, ligado a los sindicatos.
"Las medidas de austeridad
y la flexibilización laboral están llevando a la ruina a muchos
trabajadores", afirma, y añade un dato aún más contundente: "La
población por debajo del nivel de la pobreza en Grecia ha aumentado del
23 por ciento de antes de la crisis, al 30 por ciento actual".
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