NICOSIA.- España
acaparó elogios de sus socios de la zona euro, pero aún se resiste a
hablar de un eventual rescate, pese a que algunos países ya avisan que
enfilan "sus armas" dando por descontado que la petición llegará pronto.
Desde Alemania, pasando por Finlandia y hasta la jefa del Fondo
Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde: la mayoría de
ministros de Finanzas europeos y líderes de la economía mundial,
reunidos este sábado en Nicosia, no escatimaron palabras para mostrar su
satisfacción por el camino de reformas que inició el gobierno español
de Mariano Rajoy.
Pero también le dijeron que si bien tiene un poco más de tiempo para
pedir un rescate global de su economía, un paso que los mercados dan por
descontado, tampoco puede postergar mucho más la decisión.
"Tenemos todavía un poco de tiempo", aseguró el ministro francés de
Finanzas, Pierre Moscovici. Y recordó: "Si España hace la demanda,
tenemos los elementos a nuestra disposición para tomar las decisiones
apropiadas para tratar el caso español".
Tras obtener en junio una ayuda de la eurozona de hasta 100.000
millones de euros para sanear una banca maltrecha desde el estallido de
la burbuja inmobiliaria española en 2008, el Ejecutivo español se ve
ahora presionado para que solicite un rescate para el conjunto de la
economía del país.
Pero España quiere asegurarse antes de pedir la ayuda, de que ninguno
de sus socios le impondrá nuevas condiciones a cambio. Sobre todo por
que aún quedan países que suscriben que la ayuda va aparejada a nuevas
condiciones.
"Habrá condiciones, si España pide un rescate", dijo el ministro holandés Jan De Hager.
Si Madrid se decide, enfilamos "nuestras armas ante cualquier
eventualidad que debamos enfrentar", advirtió la austriaca Maria Fekter.
España se comprometió el viernes ante sus socios de la zona euro a
aprobar "un plan de reformas" con el que busca mostrar que ya está "en
la senda del crecimiento", y por tanto no necesita de nuevas
condiciones.
El objetivo es cumplir con la meta de déficit fiscal del 6,3% de su
PIB este año, 4,5% en 2013 y 2,8% en 2014. Pero también mostrar "el
compromiso español con las reformas" exigidas por Bruselas.
Pero De Guindos negó que las reformas impliquen nuevos ajustes o
recortes. Ya "se tomaron medidas a mediados de julio", señaló, al
referires al aumento del IVA en ese mes. "Creemos que estas medidas son
suficientes", precisó.
El plan fue muy bien recibido. "España garantizó que la meta fiscal
para este año está al alcance de la mano", comentó el presidente del
Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
"Han hecho avances considerables", evaluó Jorg Asmussen, el representante alemán del comité ejecutivo del Banco Central Europeo.
Pero -advirtió- "todavía quedan cosas pendientes". "Si quieren hacer una solicitud, corresponde a ellos decidir", señaló.
El comisario de Asuntos Monetarios, Olli Rehn, insistió en que "el
marco de condiciones está ya bien definido, tanto por lo que se refiere
al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) como al BCE".
Y los líderes europeos aseguraron además que el fondo de rescate
permanente diseñado para rescatar a las economías más fragilizadas de la
zona euro estará "operativo" a fines de octubre.
De todas maneras Rehn recordó que estos mecanismos de rescate fueron
diseñados para "proteger a los países más vulnerables de la intensa
presión del mercado, no para que dejen de apretar el pedal de las
reformas".
Pero los españoles no quieren oír sobre más programas de "reformas",
en un contexto devastador de recesión y un desempleo que afecta a la
cuarta parte de la población activa. Una marea de manifestantes
procedentes de toda España tomó el sábado las calles de Madrid para
protestar contra unas políticas de austeridad que, afirman, van a
"arruinar el país".
"¡Manos arriba, esto es un atraco!", gritaron los manifestantes
contra los ajustes de 102.000 millones de euros que el gobierno aplicará
durante dos años y medio en un esfuerzo sin precedentes por reducir el
déficit público.
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