NICOSIA.- Los ministros de Finanzas de la zona euro presionaban hoy a
España para aclarar si pedirá ayuda financiera, después de que el
anuncio del Banco Central Europeo del nuevo programa de compra de bonos
redujera considerablemente los costes de endeudamiento de Madrid.
El ministro de Economía español, Luis de Guindos, eludió las
preguntas sobre una posible solicitud de ayuda a su llegada al encuentro
en Chipre, diciendo que abordarían en términos generales las
condiciones para la intervención del BCE en los mercados.
"Me gustaría que expusieran su posición, porque no ha quedado
claro durante el verano cuál es su posición", dijo el ministro de
Finanzas irlandés, Michael Noonan, a la prensa, reflejando la
preocupación entre varios países de la zona euro por el hecho de que la
incertidumbre sobre España esté frenando una recuperación de la crisis
de deuda del bloque.
El BCE ha dejado claro que una petición española de ayuda al
fondo de rescate de la zona euro, y la negociación de estrictas
condiciones políticas y de supervisión, son esenciales para activar su
intervención de compra de bonos en el mercado secundario.
Madrid se resiste a cualquier condición de austeridad que vaya
más allá de las recomendaciones de la Comisión Europea que ya está
aplicando, mientras que acreedores del norte de Europa encabezados por
Alemania insisten en que cualquier ayuda vendría con duras condiciones.
"Es mucho mas importante cumplir los objetivos de déficit publico
de España y cumplir con lo que es el programa de reformas que un
potencial rescate", dijo De Guindos a periodistas cuando fue preguntado
sobre las condiciones a un respaldo financiero.
"La cuestión fundamental aquí es que de alguna forma se vayan
estableciendo los elementos de lo que podrían ser las condiciones que va
poniendo el BCE para una intervención en el mercado secundario. Supongo
que es lo que haremos ahora, aunque de forma genérica y en absoluto
relacionado con España".
Por primera vez desde el inicio del año, las conversaciones de
los ministros se producirán en un momento en el que la presión del
mercado para que se adopten acciones inmediatas para resolver la crisis
de la deuda soberana se está moderando, en lugar de creciendo.
El anuncio del BCE de que podría comprar cantidades ilimitadas de
bonos españoles, si pide ayuda al fondo de rescate de la zona euro, ha
reducido el rendimiento de los bonos españoles a 10 años del 7,64 por
ciento del 24 de julio al 5,62 por ciento el jueves.
Los rendimientos italianos han caído a alrededor del 5 por ciento
y el euro subió por encima de 1,30 dólares después de que la Reserva
Federal de Estados Unidos anunciara un nuevo programa de compra de
activos para respaldar la economía y luchar contra el desempleo.
Eso aumenta la tentación para que España - y el mayor pagador de
la UE, Alemania -, traten de aguantar sin un programa de asistencia que
sería políticamente impopular tanto en Madrid como en Berlín. Cada vez
que la tensión en el mercado se ha relajado en la crisis iniciada hace
casi tres años, los líderes alemanes han dicho que no ven la necesidad
urgente de actuar.
El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo en una entrevista en un
diario alemán que la decisión política en sí del banco central estaba
teniendo efectos beneficiosos.
"Ya ha habido resultados positivos", dijo citado el viernes por
el Sueddeutsche Zeitung. "El anuncio de la posibilidad ha contribuido a
incrementar la confianza en la zona euro, y en el euro en todo el
mundo".
"Gestores de fondos están volviendo a traer su dinero a Europa. Esto es bueno para la economía de la zona euro", dijo Draghi.
Pero muchos responsables políticos y analistas de mercado creen
que para que los rendimientos caigan aún más, o incluso se estabilicen
en estos niveles, el BCE tendría que respaldar sus palabras con hechos.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, lanzó un
contraataque contra los críticos con la decisión de compra de bonos,
incluyendo el influyente banco central del país, diciendo que las
preocupaciones alemanas por una exposición ilimitada a rescates de la
zona euro o a que el BCE imprima dinero para financiar a gobiernos
endeudados no tenían fundamento.
"El BCE no tomará ninguna decisión que lleve a la financiación
indirecta de países. Eso violaría su mandato y no lo hará", dijo en una
entrevista radiofónica emitida el viernes. "Tengo confianza en el BCE".
España es reacia a pedir ayuda porque el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, teme un revés político en casa, pero puede que al final
no tenga otra opción dadas las necesidades de endeudamiento de Madrid.
"Después del anuncio del BCE, hay mayor presión sobre los
españoles para que lo pidan", dijo un responsable de la zona euro sobre
las conversaciones en Chipre, en sí mismo un candidato a un rescate.
España prefiere pedir la ayuda junto a Italia y no en solitario,
para diluir la impresión de haber gestionado mal sus finanzas públicas,
agregó. Roma ha rechazado hasta ahora cualquier medida de este tipo,
aunque el jefe del 'lobby' de los empresarios italianos pidió el jueves a
Italia que pidiera ayuda a la UE antes de las elecciones generales del
próximo año para estabilizar la economía.
Varios responsables de la zona euro especularon con que la
petición española podría llegar a principios de octubre, a tiempo para
la próxima reunión de ministros de la zona euro el 8 de octubre.
Esto sería después de la presentación del presupuesto español
para 2013 y las necesidades de recapitalización de su sistema bancario,
ambos previstos para el 28 de septiembre.
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