BASILEA.- La inquietud por el futuro de la zona del euro se
reaviva, lo que ha reducido la rentabilidad de la deuda pública de
algunos países e incrementado los precios de la renta variable y bonos
de empresas.
Así se desprende del último informe trimestral del Banco de Pagos
Internacionales (BPI) de septiembre, publicado hoy, en el que analiza la
situación económica y financiera mundial.
"La crisis de endeudamiento de la zona del euro continúa siendo una
preocupación clave de los inversores globales", según el BPI, cuya sede
se encuentra en la ciudad suiza de Basilea.
"En el periodo comprendido entre mediados de junio y mediados de
septiembre el crecimiento mundial tendió a desacelerarse, mientras se
reavivaba la inquietud por la sostenibilidad de la deuda pública de la
zona del euro y el futuro de la unión monetaria", indicó el BPI.
El crecimiento económico en el segundo trimestre se ha ralentizado un 0,4 % en EEUU y un 0,3 % en Japón.
La economía de la zona del euro se ha contraído en este periodo un 0,2 % y la del Reino Unido un 0,7 %.
El crecimiento de China ha caído en el segundo trimestre a su nivel más bajo de los últimos tres años.
Asimismo los índices de gestores de compras del sector manufacturero
indican una desaceleración mayor de la actividad económica en el tercer
trimestre, según el BPI.
Añade que "en este contexto de menor crecimiento, numerosos bancos
centrales relajaron aún más su política monetaria, recortando tasas de
interés o ampliando sus medidas de política no convencionales".
Algunas de tales medidas provocaron fuertes reacciones en los precios de los activos.
"La debilidad del crecimiento económico y los reajustes de cartera
motivados por la inquietud por el riesgo soberano en la zona del euro,
combinados con medidas adoptadas por los bancos centrales, deprimieron
los rendimientos de la deuda pública hasta mínimos inéditos", en el caso
de Alemania, Suiza, Holanda, Finlandia y Austria, según el BPI.
La rentabilidad de la deuda soberana a dos años de Suiza y Dinamarca
cayó a -40 puntos básicos y -30 puntos básicos respectivamente.
Alemania colocó en el mercado primario bonos a dos años por valor de
4.000 millones de euros a una rentabilidad media de -6 puntos básicos.
En julio, la rentabilidad de los bonos a diez años del Tesoro de EEUU alcanzó su valor más bajo en más de 200 años.
Estos deprimidos rendimientos de la deuda pública de economías
avanzadas indujeron a los inversores a buscar oportunidades de inversión
que ofrecieran cierta rentabilidad extra, cuyo resultado fue una
recuperación de los mercados de renta variable y deuda de empresas.
Esta búsqueda de rendimiento adicional podría también explicar en
parte la volatilidad extraordinariamente baja de los mercados de
crédito, divisas y renta variable en estos últimos meses.
Sin embargo, en otros países, como España, la rentabilidad de la
deuda soberana se ha disparado hasta máximos históricos por la
incertidumbre sobre el efecto de la ayuda solicitada para el sector
bancario en la deuda pública.
La rentabilidad de la deuda de España a diez años subió 70 puntos básicos hasta el máximo del 7,6 % el pasado 24 de julio.
En el caso de bonos a corto plazo, el incremento fue mayor de 170
puntos básicos para los bonos a dos años hasta el 6,8 % también a
finales de julio.
Otros mercados de deuda soberana de la zona del euro también
sufrieron presiones vendedoras, como es el caso de Italia por el temor
de contagio de España y factores nacionales.
La rentabilidad de la deuda soberana de Italia a diez años subió al 6,6 % el 24 de julio.
El nuevo programa de compra de deuda soberana que el BCE anunció a
comienzos de mes ha contribuido a relajar las primas de riesgo y a
reducir las rentabilidades de ambos países.
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