NUEVA YORK.- La recogida de beneficios se impuso hoy en Wall Street,
que interrumpió así una racha alcista de cuatro sesiones que había
logrado cosechar gracias a la nueva ronda de estímulo lanzada por la
Reserva Federal estadounidense, la tercera desde el estallido de la
crisis en 2008.
El Dow Jones de Industriales, el índice de referencia del parqué
neoyorquino, se cubrió de rojo desde el inicio de las contrataciones y
así se mantuvo hasta el final de la sesión, que clausuró con un
retroceso del 0,3 % ó 40,27 puntos para situarse en las 13.553,1
unidades.
Lo mismo ocurrió con los otros dos principales indicadores de Wall
Street, que no vieron los números verdes en todo el día y acabaron con
unas pérdidas del 0,31 % en el selectivo S&P 500 y del 0,17 % en el
índice compuesto del mercado Nasdaq.
Como se ha convertido casi en una tradición, el Nasdaq consiguió
mitigar su descenso gracias al avance del 1,23 % que se anotó esta
sesión el gigante tecnológico Apple, que volvió a hacer de las suyas al
tocar un nuevo máximo histórico en el precio de sus acciones, de 699,8
dólares, al borde de la simbólica cota de los 700 dólares.
La firma de la manzana mordida firmó ese nuevo hito tras anunciar que
vendió la friolera de dos millones de unidades del nuevo iPhone 5 en su
primer día disponible, el doble de las que logró el anterior modelo
iPhone 4S y un nuevo récord de ventas para el popular teléfono
inteligente.
Pero el mercado en su conjunto no supo contagiarse de la celebración
que vivió Apple, y eso a pesar de que el banco JPMorgan Chase predijera
recientemente que las ventas del iPhone 5 podrían impulsar entre un 0,25
% y un 0,5 % el Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense.
Y es que la recogida de beneficios impulso su ley en este arranque de
semana, después de que el viernes pasado el Dow Jones encadenase cuatro
sesiones consecutivas de avances, se colocara a niveles desconocidos
desde diciembre de 2007 y sellara la semana con un sólido avance
acumulado del 2,15 %.
Detrás estuvo la esperada y contundente acción anunciada por la
Reserva Federal estadounidense que, respaldada por su mandato de velar
por la salud del mercado laboral del país, decidió poner en marcha la
tercera inyección masiva de liquidez en una economía que no consigue
despegar desde el estallido de la crisis en 2008.
En esta primera sesión de la semana, esa celebración quedaba diluida a
un segundo plano para dejar paso a la recogida de beneficios, un ánimo
que además se vio argumentado por la caída de la actividad industrial en
el estado de Nueva York hasta su nivel más bajo en tres años y medio.
Tampoco ayudaron los números rojos con los que cerraron las
principales bolsas del Viejo Continente, afectadas también por las
palabras de la canciller alemana Angela Merkel, quien consideró
"relativamente improbable" que el Banco Central Europeo (BCE) pueda
empezar a supervisar al sector financiero en enero de 2013.
Al otro lado del Atlántico destacaron así las pérdidas de Milán
(-0,93 %), París (-0,78 %) y Londres (-0,37 %), mientras que Madrid se
dejó un ínfimo 0,08 % a la espera de que el Tesoro español reanude
mañana las emisiones de deuda con el objetivo de recaudar hasta 9.000
millones de euros.
Mientras tanto, las bolsas asiáticas habían acabado la jornada con
cierres mixtos también afectadas por la resaca después de haber
celebrado la semana pasada que la Fed sacara finalmente la "artillería
pesada".
La sesión en la bolsa neoyorquina transcurrió con normalidad a pesar
de que centenares de manifestantes se concentraron hoy alrededor del
histórico edificio de ese mercado de valores, en el número 11 de la
calle Wall Street, para celebrar el primer aniversario del movimiento
Ocupa Wall Street.
Los "indignados" neoyorquinos, que claman contra lo que califican
como la tiranía del 1 % y cuyo máximo exponente ven precisamente en la
bolsa neoyorquina, trataron de realizar una cadena humana alrededor de
ese edificio para conmemorar ese aniversario, pero la fuerte presencia
policial les impidió hacerlo.
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