WASHINGTON.- La Reserva Federal (Fed, banco central) de Estados
Unidos comenzó hoy una nueva reunión de dos días para analizar una
posible ronda de estímulo económico ante la mirada atenta de políticos y
economistas.
Los últimos datos parecen confirmar los temores de desaceleración de
la economía estadounidense, la primera del mundo, ya que la pasada
semana se conoció la exigua creación de puestos de trabajo en agosto,
que mantuvo la tasa de desempleo por encima del 8 % por 43 mes
consecutivo.
A las malas noticias se sumó la ampliación del déficit comercial en julio.
Ante ese panorama, los expertos consideran casi inminente una nueva
ronda de inyección de liquidez por parte del banco central
estadounidense, la tercera desde que estalló la crisis financiera en
2008.
La Fed, a diferencia de otros bancos centrales, cuenta con un doble
mandato que incluye el control de los precios y el fomento del máximo
empleo, por lo que la combinación de alto desempleo e inflación
controlada por debajo de la meta del 2% parecen obligar a que actúe.
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, abrió la puerta a esta
posibilidad de estímulo a finales de agosto, pero mantuvo su
característica cautela para no concretar ni planes ni plazos.
No obstante, también los economistas parecen coincidir en que una
nueva ronda de estímulo apenas tendrá efectos prácticos sobre la
economía dada la expansiva política monetaria puesta en marcha por la
Fed desde 2008.
Donald J. Boudreaux, profesor de economía de la Universidad George
Mason de Estados Unidos expresó su escepticismo ante nuevas medidas de
estímulo.
"La Fed fue inteligente para que la oferta de liquidez en el periodo
2008-2009 no colapsase. Pero creo que sus últimas acciones desesperadas
solo han contribuido a políticas hiperactivas que asustan a los
inversores", explicó.
El banco central estadounidense ya ha anunciado su intención de
mantener los tipos de interés de referencia "a niveles excepcionalmente
bajos" de entre el 0 % y el 0,25 % hasta finales de 2014.
En junio pasado, asimismo, informó que prorrogaba la conocida como
"Operación Twist" hasta final de 2012, que consiste en un canje de bonos
del Tesoro a corto plazo por otros a largo, por valor de 267.000
millones de dólares y que en principio concluía ese mes.
La Fed divulgará mañana jueves, asimismo, sus nueva proyecciones
económicas actualizadas para la economía estadounidense, y Bernanke
ofrecerá una rueda de prensa a la conclusión de la reunión.
El presidente de la Fed ha reconocido en varias ocasiones que la
política monetaria "por si sola" no puede solventar los problemas
económicos de Estados Unidos y ha instado a los legisladores en el
Congreso a que tomen medidas complementarias de estímulo y reequilibrio
gradual de las cuentas públicas.
Lo cierto es que, ante las elecciones presidenciales del próximo 6 de
noviembre, Bernanke y la Fed se encuentra también de lleno en el debate
político.
Una nueva inyección de liquidez podría interpretarse por parte de los
republicanos como un respaldo a las políticas del presidente Barack
Obama que buscará la reelección ante el aspirante republicano a la Casa
Blanca, Mitt Romney.
Romney ya ha anunciado que de alcanzar la presidencia sustituirá al
presidente de la Reserva Federal ya que considera "erróneas" sus
políticas de estímulo monetario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario