BRUSELAS.- España deberá firmar otro memorándum con
nuevas condiciones si quiere usar el sobrante del rescate bancario de
hasta 100.000 millones de euros para comprar deuda y desencadenar así la
intervención del Banco Central Europeo (BCE), según ha aclarado el
director del fondo de rescate, el alemán Klaus Regling.
"El memorándum de entendimiento para el sector bancario español no
permite ningún otro uso", ha asegurado Regling en una teleconferencia
con inversores celebrada este martes.
No obstante, a continuación ha aclarado que "si los 100.000
millones comprometidos no se agotan en la recapitalización bancaria,
será una cuestión política si la cantidad sobrante se concede a España
para otros fines, basándose en un nuevo memorándum de entendimiento".
El Gobierno español se ha planteado usar el remanente del rescate
bancario para activar la compra de deuda, según han confirmado fuentes
europeas. El ministerio de Economía espera que las necesidades de
capital de la banca se sitúen alrededor de 60.000 millones de euros y
que finalmente sólo sea necesario usar alrededor de 40.000 gracias a la
contribución de titulares de deuda subordinada y el recurso al mercado.
Esta alternativa podría evitar que el rescate pase por los
parlamentos de países como Alemania o Finlandia, ya que España no
estaría pidiendo dinero nuevo. Sin embargo, la Comisión no la ve con
buenos ojos y el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, la ha
descartado en público.
Precisamente, la división entre los países de la Eurozona es uno
de los principales factores que explica las dudas de España sobre si
pedir o no el rescate, de acuerdo con las fuentes consultadas. Las
autoridades españolas estiman que el anuncio por parte del BCE de que
comprará deuda de forma ilimitada hace inevitable solicitar la ayuda,
porque es la condición impuesta por su presidente, Mario Draghi, para
actuar.
Sin embargo, no hay unanimidad entre los socios sobre si España
debe activar el programa o no, lo que sitúa al Gobierno de Mariano Rajoy
en una situación difícil. Alemania, Holanda y Finlandia avisaron en un
comunicado conjunto este martes de que la solución a la crisis no está
en el rescate sino en seguir con las reformas. En contraste, países como
Francia o Italia creen que Rajoy debería pedir ya la ayuda.
En la teleconferencia con inversores, el director del fondo de
rescate ha confirmado que "la financiación para la recapitalización de
la banca española adoptará en general la forma de bonos del fondo
europeo de estabilidad financiera (EFSF) o del mecanismo europeo de
estabilidad (MEDE) que se concederán al FROB".
Si España acaba consumiendo la totalidad del rescate bancario, en
el fondo de rescate permanente sólo quedarán 400.000 millones de euros,
ha señalado Regling. No obstante, en paralelo el EFSF seguirá
financiando los rescates de Irlanda, Grecia y Portugal.
Finalmente, Regling explica que los préstamos del MEDE sólo
perderán su estatus prioritario en orden de pago en caso del rescate
bancario para España, que será una excepción. Como norma genera, el MEDE
mantendrá su carácter preferente sólo por detrás del Fondo Monetario
Internacional.
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