viernes, 7 de septiembre de 2012

España no decidirá de forma precipitada sobre el rescate


MADRID.- España se tomará su tiempo para analizar las condiciones de una nueva ayuda financiera de Bruselas antes de tomar una decisión al respecto, dijo el viernes la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz Santamaría.

"Creo que cosas tan importantes para el interés general y para el futuro de los españoles deben analizarse con calma y con prudencia. Son decisiones que no se pueden tomar a bote pronto ni de la noche a la mañana", manifestó la vicepresidenta del Gobierno en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La vicepresidenta recordó que este tipo de decisiones tenían implicaciones importantes para España y para su futuro e insistió que en que "este Gobierno lo analizará con rigor, con detalle y sopesando todos y cada uno de los elementos".
La ministra pronunció estas palabras en un día en el que la prima de riesgo seguía beneficiándose del programa de compra de bonos soberanos anunciado la víspera por el BCE.
El plan del BCE, potencialmente ilimitado, tiene como objetivo reducir los altos costes de financiación de países de la euro zona en apuros, del que España sería uno de los principales beneficiarios, aunque el Gobierno tiene que pedir formalmente la ayuda a cambio de cumplir unas "estrictas condiciones".
Al cierre del mercado, el diferencial de la deuda española a 10 años frente a su equivalente alemán se situaba en 417 puntos básicos (pb) frente a los 454 pb del cierre anterior, mientras el rendimiento del bono a 10 años caía al 5,66 por ciento, perdiendo el nivel del 6 por ciento por primera vez desde mayo.
Soraya Sáenz de Santamaría dijo que en la reunión del eurogrupo y de los ministros de Economía y Finanzas de los próximos 14 y 15 de septiembre en Chipre se seguirá hablando y analizando el programa de compra de deuda soberana española.
"Creo que hay que respetar esos procedimientos que además nos darán un conocimiento certero de lo que estamos hablando", dijo la vicepresidenta.
Una fuente gubernamental dijo el jueves que el gobierno español quería tener antes una idea clara sobre las consecuencias e implicaciones que el plan del BCE tendría sobre los tipos de interés antes de tomar una decisión al respecto.
España afronta unos vencimientos de deuda por 27.500 millones de euros, mientras que la agencia de rating Moody's ha dado de plazo hasta finales de mes para que se decidan a realizar una petición de ayuda.
La situación de un país inmerso en la recesión, con las comunidades asfixiadas por sus problemas de financiación y unas costosas reformas para el sector financiero que ha solicitado ayudas europeas de hasta 100.000 millones euros, ha puesto a las arcas españolas al borde del precipicio.

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