BRUSELAS.- Las negociaciones sobre el marco
presupuestario de la UE para el periodo 2014-2020 han encallado este
lunes por el enfrentamiento entre los países contribuyentes netos,
liderados por Reino Unido, que exigen más recortes, y los receptores de
ayudas, entre ellos España, que piden que se mantengan las subvenciones
comunitarias para compensar los ajustes nacionales y fomentar el
crecimiento.
El bloqueo dificulta que se logre un acuerdo en la cumbre
extraordinaria de líderes europeos convocada para el 22 y el 23 de
noviembre, tal y como pretende la presidencia chipriota. La última
propuesta de Chipre perjudica especialmente a España porque pone en duda
que vaya a haber ayudas específicas para Andalucía, Castilla-La Mancha,
Galicia y Murcia.
Durante el debate público de los ministros de Asuntos Europeos de
los Veintisiete se han dibujado dos bandos contrapuestos. Por un lado,
los autodenominados "amigos de mejorar el gasto", grupo que cuenta con
el apoyo de la presidencia chipriota y reúne a los partidarios de
recortar el presupuesto de la UE: Reino Unido, Finlandia, Holanda,
Alemania, Austria, Italia, Suecia, Finlandia y Dinamarca.
En el extremo contrario se sitúan los "amigos de la cohesión", que
reclaman que se mantenga la propuesta de presupuesto de la Comisión y
sobre todo que no disminuyan las ayudas a las regiones. Se trata de
España, Eslovaquia, Bulgaria, República Checa, Croacia, Estonia, Grecia,
Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía y
Eslovenia.
En nombre de los contribuyentes netos ha hablado el ministro
finlandés de Asuntos Europeos, Alexander Stubb. "Nuestro grupo apoya la
línea de la presidencia de que el nivel de gasto total propuesto por la
Comisión debe ajustarse a la baja", ha indicado. Los recortes deben
afectar a todas las partidas y, en particular, al gasto administrativo
"reduciendo por ejemplo el número de funcionarios" de la UE.
Dentro de este grupo, Dinamarca y Suecia han reclamado
expresamente que se supriman las ayudas a las regiones en transición,
con un PIB entre el 75% y el 90% de la media comunitaria, categoría en
la que están Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia (aunque
Austria y Bélgica han apostado por un tratamiento especial), así como
ajustes en agricultura.
Suecia ha pedido además un recorte de más de 100.000 millones de
euros respecto a la propuesta de Bruselas (971.000 millones de euros, un
5% más que en las actuales perspectivas financieras), así como la
supresión del fondo de solidaridad y del fondo de adaptación a la
globalización.
"Una congelación (del presupuesto de la UE durante los próximos
siete años) es ya una oferta generosa. Cualquier otra cosa será
inaceptable en el actual clima nacional de recortes y ahorros, no sólo
en Reino Unido sino en muchos otros Estados miembros", ha dicho el
representante británico, David Lidignton.
Además, ha defendido el mantenimiento del 'cheque británico' y ha
rechazado que el presupuesto de la UE se financie con una tasa a las
transacciones financieras internacionales, una posición mayoritaria
entre los Estados miembros.
Eslovaquia ha actuado de portavoz de los países receptores de
ayudas y ha defendido que "el nivel de gasto total para la cohesión no
puede ajustarse a la baja".
"No hay margen para más reducciones", ha
señalado.
"La idea según la cual los ajustes nacionales deben corresponderse
con ajustes presupuestarios a nivel europeo es incorrecta", ha indicado
el secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo. "Yo creo en
el efecto multiplicador del presupuesto comunitario", ha defendido.
A su juicio, recortar el presupuesto de la UE contradice además la
agenda de crecimiento que aprobaron en junio los líderes europeos.
"Tiene poco sentido y políticamente es difícil de entender", ha
insistido.
También Grecia ha criticado con dureza los recortes en el
presupuesto de la UE. "La mayor aberración política es que los
principales recortes se hacen en política de cohesión en medio de una
crisis, con el paro subiendo y crecientes disparidades en lugar de
convergencia. Esto no es defendible políticamente", ha dicho el
representante heleo, Dimitrios Kourkoulas.
Tras el debate, la presidencia chipriota ha anunciado que
presentará una nueva propuesta de compromiso, ya con cifras, después del
Consejo Europeo del 18 y 19 de octubre. Y la primera semana de
noviembre dará el relevo a su presidente, Herman Van Rompuy, para que
negocie bilateralmente con las capitales de cara a la propuesta final
que se debatirá en la cumbre del 22 y 23 de noviembre.
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