sábado, 22 de septiembre de 2012

De Guindos descarta usar el sobrante del rescate bancario para estabilizar la economía

MADRID.- El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que "en absoluto" el Gobierno se esté planteando emplear el remanente de la línea de crédito para recapitalizar la banca española  de hasta 100.000 millones de euros facilitados por la Unión Europa para estabilizar la economía, al garantizar que esta financiación se destinará "estrictamente" al sector financiero.

   En rueda de prensa, tras participar en una reunión en Génova con la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal y los presidentes provinciales, el ministro ha avanzado que las necesidades máximas de capital de las entidades financieras no diferirán "mucho" de los 60.000 millones de euros que ya adelantaron las auditoras.  
   "La cantidad para recapitalizar la banca será sustancialmente menor a la línea de crédito, en la línea de los 60.000 millones de Oliver Wyman, y permitirá disipar las dudas sobre el sector", ha señalado.
   Para De Guindos, el rescate a la economía española no está "ni más cerca ni más lejos", al tiempo que ha ahondado en la importancia de proseguir con la reducción del déficit público y acometer reformas estructurales.
   "No es un rescate a España. El Gobierno hará lo que tenga que hacer sin precipitarse y que sea bueno para los españoles", ha expresado el titular de Economía.
Las necesidades de capital de la banca española calculadas por la consultora Oliver Wyman rondarán, pues, los 60.000 millones de euros, en consonancia con la primera auditoría realizada en junio, según dijo el sábado el ministro.
La cifra estará por lo tanto lejos de los 100.000 millones de euros ofrecidos en una línea de crédito europeo para recapitalizar al sistema financiero español, una ayuda que De Guindos subrayó está pensada estrictamente para las necesidades de la banca.
Respecto a una eventual petición de rescate por parte de España a sus socios europeos, el ministro insistió en que el Gobierno actuaría "sin precipitarse", y avanzó también que pese a la difícil situación, la economía española no había registrado "un deterioro importante" en el tercer trimestre en relación al anterior.
Aunque el presidente del BBVA ya avanzó esta semana que la cifra del déficit de capital de la banca estaría en el orden de los 60.000 millones, es la primera vez que desde el Gobierno español se cuantifican los resultados de unos test de estrés que se conocerán el próximo viernes.
Los resultados de estas nuevas pruebas de resistencia a los 14 principales bancos españoles servirán como referencia para ver qué entidades necesitarán dinero europeo y cuánto. No obstante, las necesidades de capital no serán definitivas.
A los requerimientos de capital habría que restar la venta de activos que realicen las entidades como parte de sus procesos de captación privada de fondos o la transmisión de activos al banco malo, que englobará los activos problemáticos relacionados con el ladrillo de banca.
"(Los resultados del 28 de septiembre) no van a diferir mucho de la cantidad máxima que indicó Oliver Wyman en su primera aproximación con respecto a las necesidades de capitalización, que eran unos 60.000 millones", declaró De Guindos tras una reunión con responsables provinciales del Partido Popular.
"Va a haber un remanente, pero ese dinero era estrictamente (...) para cuestiones estrictamente bancarias", remarcó, descartando que el Gobierno pueda utilizar para estabilizar su economía la parte de la línea de crédito no necesaria finalmente, entre insistentes especulaciones sobre negociaciones entre Madrid y Bruselas de un rescate soberano.
En este sentido, recordó lo declarado la víspera por el ministro de Finanzas alemán respecto a que España no necesitaba un rescate, y reiteró el compromiso del Gobierno español con la reducción del déficit público y las reformas de su economía.
"En eso estamos, eso es lo prioritario. Aquí no se trata de rescatar a España, se trata en última instancia de que el futuro del proyecto del euro sea un proyecto para todos. España hará lo que tenga que hacer sin precipitarse", declaró.
Sobre la evolución de la economía española, cuyo Producto Interior Bruto cayó un 0,4 por ciento intertrimestral en el segundo trimestre comparado con una contracción del -0,3 por ciento en el trimestre anterior, De Guindos afirmó que las cifras no habían empeorado mucho en el tercer trimestre.
"El tercer trimestre todavía no está cerrado, pero dentro de las dificultades, no ha sido significativamente peor que lo que fue el segundo trimestre de este año", aseguró.

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