MADRID.- España
podría ser el cuarto país de la Unión Europea -después de Irlanda,
Grecia y Portugal- en recurrir a un rescate financiero, tras la
presentación de unos austeros Presupuestos Generales del Estado para
2013, en medio de manifestaciones y cuando la presión de los mercados no
parece aflojar.
El calendario podría acelerar las decisiones del gobierno español ya
que España estará al orden del día de la reunión del Eurogrupo del lunes
8 de octubre y de la cumbre europea del 18 y 19 de octubre. España
vivió una semana agitada entre manifestaciones contra la austeridad, una
déficit más elevado que lo previsto a pesar del plan de ajuste y el
anuncio de elecciones anticipadas en Cataluña.
A la vez, sigue planeando la amenaza de que Moody's rebaje la nota
del país a la categoría especulativa, una decisión que se espera
inminente. Después de Irlanda, Grecia y Portugal, la cuarta economía de
la eurozona se arriesga también a no poder financiarse sola, en tanto
que los inversores dudan de su solidez.
La emisión de bonos a dos, tres y cinco años de este jueves tendrá de
nuevo valor de prueba y coincide con la reunión mensual del Banco
Central Europeo (BCE), institución clave para resolver la cuestión
española, que se celebrará en Eslovenia. El BCE apaciguó a los mercados
al presentar a principios de septiembre medidas de apoyo para los países
más debilitados de la región, a través de la compra de obligaciones.
Pero, desde entonces, la tensión ha vuelto a los mercados y España ha
visto sus costes de financiación dispararse de nuevo. Los inversores
muestran su impaciencia ante las reticencias de España a recurrir al
fondo de rescate europeo, una etapa indispensable para que actúe la BCE.
El Gobierno, aunque parece ahora aceptar esta eventualidad, sigue
temiendo las estrictas condiciones que le serán impuestas a cambio.
El mercado espera que el BCE aclare el jueves su programa de apoyo.
Los analistas de Renta4 parecen, sin embargo, resignados: "En principio,
no esperamos novedades, en tanto en cuanto ahora el turno de tomar
decisiones es de los gobiernos".
Sobre este punto, el Ejecutivo del PP pareció dar un paso importante
en dirección hacia esta probable solicitud, al desvelar unos Presupuesto
de 2013 con el fin de recuperar 39.000 millones de euros y un plan de
reformas negociado con Bruselas, en lo que parece una forma de anticipar
las condiciones de un eventual rescate.
El viernes, España el país reveló también que sus bancos no pedirán
finalmente más que 40.000 millones de euros de la eurozona, lejos de los
100.000 prometidos en junio, anuncio bienvenido por el Eurogrupo y el
Fondo Monetario Internacional (FMI).
El lunes, el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, recibirá en Madrid al
comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn. La reacción de los
mercados, el mismo día, dará una idea de si el país ha tranquilizado a
los inversores, pero estos ya tienen la vista en el siguiente paso. La
próxima etapa es "el rescate (de España), que parece ahora inevitable",
apuntó Craig Erlam, analista de Alpari.
"Al mercado lo que le importa es cuándo pedirá el rescate", añadió
Montserrat Formoso Fraga, de Tressis. Los inversores interpretan el
presupuesto y las reformas presentadas como "un paso más hacia el
rescate que, según ellos, no solucionará los problemas de España y de la
eurozona", subrayó también en una nota de Moneygroup.
Las última cifras publicadas sobre la situación española no son muy
alentadores: la mala situación de los bancos, que ya recibieron miles de
millones de fondos públicos, elevará la deuda en 2012 al 85,3% del PIB y
el déficit al 7,4%, lejos del 6,3% prometido a Europa. Sanear las
cuentas será especialmente difícil, teniendo en cuenta la recesión.
Según el Banco de España, el PIB volvió a caer "a un ritmo
significativo" en el tercer trimestre.
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