MADRID.- El Gobierno español "va a estudiar medidas" que
permitan rebajar los márgenes de beneficio que obtienen los operadores
en el precio de los carburantes, y para ello podría aplicar "medidas
impositivas" que se repercutan sobre las empresas y no sobre los
consumidores, anunció la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de
Santamaría, tras el Consejo de Ministros de hoy.
Junto a esto, el Ejecutivo está "estudiando los contratos de
abanderamiento de las estaciones de servicio con los distribuidores" con
el objeto de proceder a liberalizarlos y, con ello, "permitir cambios
más fáciles" y "eliminar barreras de entrada", afirmó.
Sáenz de Santamaría explicó que los precios de la gasolina y del
gasóleo han alcanzado "cotas máximas en las últimas semanas" y que en el
sector de los carburantes los encarecimientos de la energía en los
mercados internacionales se trasladan rápidamente al surtidor, lo que no
ocurre con las bajadas, de modo que los precios "suben como un cohete y
bajan como una pluma".
Las medidas "no están decididas todavía" y se van a "hablar con el
sector", señaló la vicepresidenta del Gobierno, después de explicar que
la decisión de estudiarlas ha sido adoptada después de que el Consejo
de Ministros de este viernes analizara un informe del Ministerio de
Industria, Energía y Turismo sobre la materia.
En este informe, explicó, se muestra que los márgenes que obtienen
los operadores tanto en la gasolina como en el gasóleo superan la media
europea y elevan el precio de los carburantes, a pesar de que en España
la carga impositiva es inferior al resto del continente.
De hecho, de los tres elementos que conforman el precio del
carburante, que son el coste de producto, los impuestos y el margen, el
primero es similar a la media europea, mientras que la carga fiscal es
inferior y el beneficio obtenido por el operador es superior, indicó.
"España es de los países de la eurozona que menos grava vía
impositiva los carburantes y, sin embargo, es uno de los Estados en los
que el margen, la ganancia, es mayor", afirmó Sáenz de Santamaría.
Para ilustrar esta circunstancia, puso como ejemplo la súper 95
sin plomo, en la que los impuestos en España son de 69,3 céntimos de
euros por litro, frente a los 66,9 céntimos de costes energéticos y los
15 céntimos de margen.
En la medida de la zona euro, los impuestos son superiores para el
mismo producto, de 92,6 céntimos, mientras que el coste es similar y el
margen es inferior, de 13,3 céntimos. En Francia, el margen es inferior
aun, de 9,8 céntimos.
En el caso del gasóleo, los impuestos ascienden a 58,5 céntimos
por litro, frente a la media de la zona euro de 71 céntimos, mientras
que el margen comercial asciende a 15,1 céntimos, frente a 13,3 en los
países del entorno.
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