NICOSIA.- El gobierno español explica este viernes a sus socios de la
eurozona que el ajuste y el programa de reformas está encaminado y que
todavía esperará antes de decidir si pide el rescate o no. El ministro
de Economía, Luis de Guindos, asegura que el Eurogrupo no impondría
nuevas condiciones a España pero, por si acaso, ya avanza «anuncios
importantes» en materia de reformas.
Los ministros de Finanzas del Eurogrupo se reúnen este viernes en
Nicosia (Chipre) con la economía española como punto fuerte del orden
del día. Según algunas fuentes, los ministros de la eurozona empezarán a
concretar las condiciones exigidas a España en caso de que el gobierno
decida solicitar nueva ayuda financiera. Sin embargo, desde Madrid y
Bruselas se insiste en que no habría nuevas exigencias, porque ya son
suficientes las medidas puestas en marcha por el gobierno de Rajoy, eso
sí, si se completan los compromisos y, sobre todo, en los plazos
previstos.
A su llegada a la reunión, el ministro de Guindos ha descartado que
se pidan nuevos ajustes a España. «El planteamiento general es que las
condiciones establecidas para España de reducción del déficit público
que están en nuestro procedimiento por déficit excesivo y nuestro
programa de reformas es la cuestión básica», ha dicho De Guindos, que
tendrá la oportunidad de informar a sus colegas de la buena marcha de
reducción del déficit en las comunidades autónomas, que se situó en el
primer semestre del año en el 0,77%.
El ministro español asegura que ningún socio ha planteado nuevas
condiciones y que España sigue trabajando en sus compromisos. En este
sentido, De Guindos ha señalado que «al respecto se harán anuncios
importantes en los próximos días», sin detallar.
La idea del gobierno es que solo el anuncio del Banco Central Europeo
está relajando la presión sobre la prima de riesgo española y es mejor
esperar acontecimientos antes de decidirse por el nuevo rescate. De eso
se habla hoy en el Eurogrupo pero, según De Guindos, de forma general y
no del caso español.
En la agenda está también el rescate de 100.000 millones que la
eurozona puso a disposición de España para sanear a la banca española y
que todavía hay que poner en marcha. España tiene que concretar aún las
necesidades de capital y espera la inminente publicación de la nueva
auditoría. Según las realizadas en junio, estarían en torno a los 62.000
euros, en el peor de los escenarios.
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