lunes, 8 de octubre de 2012

Alemania y Francia tratarán de reunir apoyos para avanzar en la tasa Tobin

BRUSELAS.- Alemania y Francia tratarán de reunir mañana martes apoyos suficientes para avanzar en la creación de una tasa a las transacciones financieras en un número reducido de países de la UE mediante una 'cooperación reforzada'. El objetivo es superar el bloqueo provocado por el veto de países como Reino Unido, que impide que el nuevo impuesto se aplique en todos los Estados miembros.

   Otros cinco países se han sumado hasta ahora oficialmente a la iniciativa de París y Berlín. Se trata de Portugal, Grecia, Eslovenia, Bélgica y Austria. Para activar una cooperación reforzada se requiere la participación de al menos nueve Estados miembros. El ministro de Economía, Luis de Guindos, que en junio aseguró que se participaría en esta vanguardia, ha eludido pronunciarse hasta el martes. En el mismo sentido se ha expresado su homólogo italiano.
   El objetivo de esta tasa es tratar de frenar las operaciones más especulativas y hacer que la banca asuma parte de los costes de la crisis. Según la propuesta de Bruselas, la tasa gravaría con un tipo del 0,1% las compraventas de acciones y bonos y con un tipo del 0,01% las de derivados. El nuevo impuesto generaría unos ingresos de 55.000 millones de euros al año, y la Comisión quiere dedicar una parte a financiar el presupuesto de la UE.
   Los países que se oponen alegan que se trata de una iniciativa ineficaz y que además provocará la deslocalización de la industria bancaria fuera de la UE.
   La presidencia chipriota informará además este martes a los ministros de Economía cuál es su calendario de trabajo para tramitar la norma que dará poderes al Banco Central Europeo (BCE) para supervisar los bancos de la eurozona. Esta iniciativa es muy importante para España porque se trata de la precondición para que el fondo de rescate pueda recapitalizar directamente bancos, sin que la ayuda compute como deuda pública.
   Alemania, Holanda y Finlandia han cuestionado no sólo el calendario al que se comprometieron los líderes europeos en junio (llegar a un acuerdo antes de que acabe el año para que la recapitalización directa esté ya disponible para los bancos que han recibido ayudas públicas desde el 1 de enero de 2013), sino que también han sostenido que no tendrá carácter retroactivo, con lo que España no se vería beneficiada.
   Los ministros discutirán estas cuestiones y también el resto de piezas para crear una auténtica unión bancaria, que de momento no han prosperado porque chocan también con la oposición de Berlín: un sistema común de garantía de depósitos y un fondo de liquidación para los bancos con problemas.

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