MADRID.- La riqueza financiera neta de las familias españolas
descendió 58.112 millones en el segundo trimestre, un 7,6%, y se quedó
en 702.549 millones de euros, según datos del Banco de España.
En términos interanuales, la riqueza de las familias cayó un 16,4%, ya
que entre abril y junio de 2011 la riqueza neta sumó 840.786 millones de
euros, 138.237 millones más.
En cuanto a los activos
financieros --efectivo y depósitos, acciones, otros valores y reservas
de seguro--, los hogares vieron reducido sus ahorros en un 3,1% entre
abril y junio, hasta los 1,63 billones de euros.
En concreto,
el dinero en efectivo y los depósitos en manos de las familias aumentó
un 0,7%, hasta 852.375 millones, pero el saldo de acciones y otras
participaciones se redujo en un 9,3%, hasta los 383.821 millones de
euros.
Por su parte, las reservas de seguros descendieron un
1,4%, hasta 269.448 millones, mientras que el ahorro depositado en
valores distintos a acciones cayó un 9,9%, con 64.766 millones de euros.
En esta última partida, se observa la preferencia de las familias por
la rentabilidad a corto plazo, con un incremento de los activos hasta
los 15.748 millones de euros, un 9,7% más, mientras que la rentabilidad a
largo plazo cayo un 14,8%, hasta 49.018 millones.
Por el lado
de las deudas de los hogares, los pasivos se incrementaron un 0,58% en
el segundo trimestre del año, situándose al cierre del mes de junio en
930.214 millones de euros.
En el caso de los pasivos, la
desconfianza en la economía española también ha llevado a los hogares a
reducir sus préstamos a largo plazo un 1%, hasta 823.331 millones
adeudados, mientras que los créditos a corto plazo subieron un 18,2%,
hasta 35.488 millones.
Los analistas creen que la caída de la
riqueza de las familias se debe, sobre todo, a la caída que registró la
Bolsa en esos meses y a la desconfianza de los españoles a invertir en
el largo plazo por si las cosas empeoran en un futuro próximo.
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