MADRID.- Las entidades financieras se han convertido en
el principal inversor en deuda pública española después de que los
extranjeros hayan retirado 89.603 millones en los ocho primeros meses
del año, según datos del Tesoro Público.
En estos ocho meses, la banca ha elevado en 100.825 millones su
exposición a la deuda pública, al pasar de los 94.378 millones que
sumaba al cierre del año 2011 a los 195.203 millones registrados en
agosto.
De hecho, la inversión en deuda por parte de las entidades
financieras ha vuelto a marcar un máximo histórico en el octavo mes del
año, al crecer en 10.671 millones (106,84% más), superando así los
registros existentes en el Tesoro.
En cambio, la inversión extranjera en deuda ha bajado en 89.603
millones (un 31,8%) en ese mismo periodo, al situarse en 191.836
millones de euros, frente a los 281.439 millones que alcanzó al cierre
de 2011.
De hecho, es la segunda vez consecutiva desde el año 2008 que la
deuda en manos extranjeras se sitúa por debajo de los 200.000 millones,
tras el descenso registrado el pasado mes de julio.
Estos cambios en los parámetros de la inversión en deuda pública
han provocado que la banca se haya situado como principal inversor, por
delante de los extranjeros, al acumular ahora el 34,07% de la deuda
pública, frente al 33,49% que suman los inversores foráneos. Esta
situación no se daba desde el año 2003.
Desde 1995, año en el que arranca la serie histórica del Tesoro,
la banca española había sido el mayor inversor en deuda pública, aunque
poco a poco los inversores extranjeros fueron ganando terreno. En 2004,
los foráneos cogieron el testigo como principal inversor, puesto que han
ocupado hasta ahora.
Sin embargo, la desconfianza de los mercados en la economía
española y sus posibilidades para financiarse han provocado la retirada
de inversiones de los extranjeros, que han dejado de invertir casi
90.000 millones en lo que va de año.
Todos los meses de 2012 se han perdido inversores extranjeros,
aunque los mayores descensos del año se registraron en febrero y marzo
(24.832 y 24.994 millones, respectivamente). En agosto, la pérdida ha
sido de 2.737 millones.
Según los analistas consultados, la situación ha
cambiado porque son las entidades financieras españolas las que están
apoyando fuertemente las emisiones del Tesoro ante las grandes dudas de
los mercados.
Sobre todo están apoyando las emisiones de bonos y obligaciones,
el papel a más largo plazo que emite el Tesoro, ya que cuentan con
178.939 millones en este tipo de deuda, 102.866 millones más que a
cierre de 2011 (+135,22%) y el 35,72% del total.
Por su parte, las administraciones públicas han vuelto a moderar
sus compras de deuda en agosto en 3.114 millones y cuentan ahora con el
12,96% del total. En lo que va de año, han elevado en 4.689 millones el
nivel acumulado y suman 74.256 millones, frente a los 69.567 millones de
cierre de 2011.
Por detrás de las administraciones públicas se sitúan las
entidades de seguros, con el 6,23% del total (35.698 millones); los
fondos de inversión, con el 5,65% (32.359 millones) y los fondos de
pensiones, con el 3,12% (17.896 millones).
Los que menos deuda acumulan son las empresas no financieras, con
el 2,65% (15.165 millones); las personas físicas, con el 1,05% del total
(6.027 millones); y otras instituciones financieras, en el último
lugar, con el 0,78% (4.446 millones).
Los analistas consultados admiten que el hecho de
que se reduzca la inversión foránea en deuda española no es una buena
señal, porque siempre hay una razón detrás, aunque creen que es lo que
cabía esperar dadas las tensiones de los mercados y las dudas sobre los
países periféricos.
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