jueves, 11 de octubre de 2012

La nota de S&P no casa con la percepción de los mercados sobre España, a juicio del Gobierno español

MADRID.- Ante la decisión de rebajar la nota de España y situarla al borde del bono basura, por parte de la agencia de calificación Standard & Poors (S&P), que planea rebajar también la de los bancos, el Gobierno ha anunciado su desacuerdo y confía en que la cambie. Bruselas ha eludido valorar esta rebaja y ha destacado las reformas "sin precedentes" que está llevando a cabo el país.

   El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, ha asegurado en la rueda de prensa del IPC que el Gobierno no está de acuerdo con la decisión S&P.
   Asimismo, ha reconocido que la noticia les ha sorprendido y ha explicado que la rebaja se debe a los procesos de decisión a nivel europeo, como la capitalización directa, y a la percepción de S&P del conflicto social que existe con las comunidades autónomas.
   Según Latorre, los procesos en marcha en Europa no deberían tener una incidencia "apreciable" en la nota de España porque no son cuestiones cerradas y porque la ayuda a la banca de unos 40.000 millones es "perfectamente digerible".
   La otra parte se debe a la percepción del conflicto que mantiene el Estado con las comunidades. En este sentido, ha recordado que todos los instrumentos de control y seguimiento tanto del Estado como de las comunidades están "en marcha" y que el proceso de consolidación "va por buen camino".
   En concreto, ha reconocido que la situación entre el Estado y Cataluña ha podido influir en la decisión de S&P, ya que las tensiones con las comunidades crean cierta "incidencia desfavorable" en el proceso de reformas. "Pero no estamos de acuerdo", ha dicho.
   De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha alertado de que las actuales tensiones soberanistas en Cataluña "están debilitando" la posición de España en los mercados internacionales en un momento en que nuestro país necesita financiarse.
   En cualquier caso, Latorre ha confiado en que cuando se confirme que los mecanismos europeos funcionan y que los compromisos de consolidación de todas las administraciones públicas se cumplen, se pueda reconsiderar la calidad de la deuda pública española.
   Preguntado por si el Gobierno espera que otras agencias de calificación sigan el camino de S&P, Latorre ha reconocido que todo lo que pasa con la nota de España "preocupa" al Gobierno, aunque ha dicho que no hay nada sobre la mesa sobre la posibilidad de que Moody's rebaje la calificación a bono basura.
   La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado por su parte que este informe no se corresponde con la actual percepción de los mercados.
   En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría ha recordado que algunos de estos informes no tienen en cuenta los esfuerzos que hace el Gobierno en materia de reformas estructurales y algunos cambios que benefician a la consolidación fiscal.
   Ante esta decisión de la agencia de calificación, la Comisión Europea ha eludido valorarla y se ha limitado a destacar que el Gobierno de Mariano Rajoy está realizando ajustes y reformas "sin precedentes" para salir de la crisis.
   "No tenemos comentarios sobre esta decisión de esta agencia de rating", ha dicho el portavoz de Asuntos Económicos, Simon O'Connor. El Ejecutivo comunitario alega que nunca valora estas notas.
   En todo caso, la opinión de Bruselas sobre la economía española difiere de la valoración de S&P. "España está aplicando reformas estructurales muy importantes, quizá incluso sin precedentes, y al mismo tiempo llevando a cabo una consolidación fiscal y presupuestaria que es necesaria y ambiciosa", ha indicado O'Connor.
   El Ejecutivo comunitario cree además que el rescate bancario "va en la buena dirección y llegará a sus momentos decisivos en los próximos dos meses".
 "Continuaremos vigilando la situación en España, especialmente en contexto de preparación de previsiones de otoño, que se presentarán el 7 de noviembre", ha señalado.
   Tras recortar en dos escalones el rating soberano de España, hasta 'BBB-' con perspectiva 'negativa', la agencia de calificación crediticia está estudiando rebajar la nota de un gran número de bancos españoles .
   "Creemos que esta rebaja podría tener un impacto negativo en la solvencia de los bancos españoles que calificamos", explica la agencia de calificación en un comunicado.
   Entre las entidades que se podrían ver afectadas por esta rebaja se encuentran Banco Santander ('A-') y sus subsidiarias Banesto ('A-') y Santander Consumer Finance ('BBB+'), así como BBVA ('BBB+') y Barclays Bank ('BBB+'), las únicas que mantenían un rating superior o igual al de España.
   Asimismo, también estudiará el impacto que tiene esta rebaja en las calificaciones de CaixaBank ('BBB') y su matriz La Caixa ('BB+'), que se encuentra ya en la categoría de 'bono basura', al igual que los ratings de Bankia 'BB+' y su matriz Banco Financiero y de Ahorros ('B+').
   En esta línea, analizará los perfiles crediticios de Kutxabank, Ibercaja Banco y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), que tienen una calificación 'BBB-', en la que ya se encuentran Banco de Sabadell, Banco Popular y Bankinter, al ostentar un rating 'BB+'.
   Asimismo,la agencia de calificación ha rebajado el 'rating' del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a BBB- "con perspectiva negativa".

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