MADRID.- Ante la decisión de rebajar la nota de España y situarla al borde
del bono basura, por parte de la agencia de calificación Standard &
Poors (S&P), que planea rebajar también la de los bancos, el
Gobierno ha anunciado su desacuerdo y confía en que la cambie. Bruselas
ha eludido valorar esta rebaja y ha destacado las reformas "sin
precedentes" que está llevando a cabo el país.
El secretario de
Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, ha
asegurado en la rueda de prensa del IPC que el Gobierno no está de
acuerdo con la decisión S&P.
Asimismo, ha reconocido que la
noticia les ha sorprendido y ha explicado que la rebaja se debe a los
procesos de decisión a nivel europeo, como la capitalización directa, y a
la percepción de S&P del conflicto social que existe con las
comunidades autónomas.
Según Latorre, los procesos en marcha en
Europa no deberían tener una incidencia "apreciable" en la nota de
España porque no son cuestiones cerradas y porque la ayuda a la banca de
unos 40.000 millones es "perfectamente digerible".
La otra
parte se debe a la percepción del conflicto que mantiene el Estado con
las comunidades. En este sentido, ha recordado que todos los
instrumentos de control y seguimiento tanto del Estado como de las
comunidades están "en marcha" y que el proceso de consolidación "va por
buen camino".
En concreto, ha reconocido que la situación
entre el Estado y Cataluña ha podido influir en la decisión de S&P,
ya que las tensiones con las comunidades crean cierta "incidencia
desfavorable" en el proceso de reformas. "Pero no estamos de acuerdo",
ha dicho.
De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores y de
Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha alertado de que las
actuales tensiones soberanistas en Cataluña "están debilitando" la
posición de España en los mercados internacionales en un momento en que
nuestro país necesita financiarse.
En cualquier caso, Latorre
ha confiado en que cuando se confirme que los mecanismos europeos
funcionan y que los compromisos de consolidación de todas las
administraciones públicas se cumplen, se pueda reconsiderar la calidad
de la deuda pública española.
Preguntado por si el Gobierno
espera que otras agencias de calificación sigan el camino de S&P,
Latorre ha reconocido que todo lo que pasa con la nota de España
"preocupa" al Gobierno, aunque ha dicho que no hay nada sobre la mesa
sobre la posibilidad de que Moody's rebaje la calificación a bono
basura.
La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz
de Santamaría, ha asegurado por su parte que este informe no se
corresponde con la actual percepción de los mercados.
En la
rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría
ha recordado que algunos de estos informes no tienen en cuenta los
esfuerzos que hace el Gobierno en materia de reformas estructurales y
algunos cambios que benefician a la consolidación fiscal.
Ante esta decisión de la agencia de calificación, la Comisión Europea
ha eludido valorarla y se ha limitado a destacar que el Gobierno de
Mariano Rajoy está realizando ajustes y reformas "sin precedentes" para
salir de la crisis.
"No tenemos comentarios sobre esta decisión
de esta agencia de rating", ha dicho el portavoz de Asuntos Económicos,
Simon O'Connor. El Ejecutivo comunitario alega que nunca valora estas
notas.
En todo caso, la opinión de Bruselas sobre la economía
española difiere de la valoración de S&P. "España está aplicando
reformas estructurales muy importantes, quizá incluso sin precedentes, y
al mismo tiempo llevando a cabo una consolidación fiscal y
presupuestaria que es necesaria y ambiciosa", ha indicado O'Connor.
El Ejecutivo comunitario cree además que el rescate bancario "va en la
buena dirección y llegará a sus momentos decisivos en los próximos dos
meses".
"Continuaremos vigilando la situación en España, especialmente
en contexto de preparación de previsiones de otoño, que se presentarán
el 7 de noviembre", ha señalado.
Tras recortar en dos escalones el rating soberano de España, hasta
'BBB-' con perspectiva 'negativa', la agencia de calificación crediticia
está estudiando rebajar la nota de un gran número de bancos españoles .
"Creemos que esta rebaja podría tener un impacto negativo en la
solvencia de los bancos españoles que calificamos", explica la agencia
de calificación en un comunicado.
Entre las entidades que se
podrían ver afectadas por esta rebaja se encuentran Banco Santander
('A-') y sus subsidiarias Banesto ('A-') y Santander Consumer Finance
('BBB+'), así como BBVA ('BBB+') y Barclays Bank ('BBB+'), las únicas
que mantenían un rating superior o igual al de España.
Asimismo, también estudiará el impacto que tiene esta rebaja en las
calificaciones de CaixaBank ('BBB') y su matriz La Caixa ('BB+'), que se
encuentra ya en la categoría de 'bono basura', al igual que los ratings
de Bankia 'BB+' y su matriz Banco Financiero y de Ahorros ('B+').
En esta línea, analizará los perfiles crediticios de Kutxabank,
Ibercaja Banco y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA),
que tienen una calificación 'BBB-', en la que ya se encuentran Banco de
Sabadell, Banco Popular y Bankinter, al ostentar un rating 'BB+'.
Asimismo,la agencia de calificación ha rebajado el 'rating' del Fondo
de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a BBB- "con perspectiva
negativa".
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