LONDRES.- Los Presupuestos Generales del Estado para
2013, en España, las nuevas reformas estructurales y las necesidades de
recapitalización del sistema bancario español no cambian los
"fundamentos claves" que justifican el actual rating 'BBB' con
perspectiva 'negativa' que otorga la agencia de calificación crediticia
Fitch Ratings a España.
En un comunicado, la agencia destaca que los presupuestos para
2013 complementan los compromisos con la consolidación fiscal realizados
en julio y concentran el 58% de ajuste en el recorte del gasto. Aun
así, Fitch ve improbable que España cumpla sus objetivos de déficit para
2013, ya que prevé que cierre el próximo año en el 5% en vez de en el
4,5% previsto.
En su opinión, esto obedece en parte a que la contracción de la
economía española será del 1,5% el próximo año en vez del 0,5% estimado
por el Ejecutivo, mientras que el desempleo es probable que sea
ligeramente superior de lo previsto.
"Aunque el rating incorpora esta reducción del déficit más lenta,
un desvío adicional importante sería negativo para la nota" de España,
avisa la agencia, que añade que las comunidades autónomas aún tienen que
tomar medidas eficaces para cumplir con el objetivo del 1,5% para este
año, pese a que las cifras de los seis primeros meses sugieren que están
en el buen camino.
Asimismo, considera que la revisión del déficit al alza por las
ayudas a la banca no representa un deterioro estructural, pero eleva su
previsión para 2012 hasta el 8% del PIB, y subraya que la nueva
autoridad fiscal independiente puede ayudar a restaurar la credibilidad
fiscal en el medio plazo.
Por otro lado, destaca que las nuevas reformas anunciadas por el
Gobierno para marzo de 2013 para una mayor liberalización de los
mercados laboral y de productos son "alentadoras", aunque aún no se
conozcan los detalles, y están en línea con sus expectativas y con las
recomendaciones de la Comisión Europea.
Sin embargo, Fitch advierte de que un significativo retraso en la
agenda de reformas sería negativo, ya que crearía más dudas sobre el
potencial de crecimiento de España a largo plazo.
Asimismo, señala que los resultados de las pruebas de resistencia a
la banca están en línea con sus estimaciones publicadas en junio, lo
que fue un factor para la reducción entonces de su calificación. Aún
así, recuerda que la naturaleza y el alcance de la ayuda del fondo de
rescate está sin definir, por lo que cualquier transferencia de la
participación del Estado español al mecanismo europeo sería positivo
para el rating de España.
Por último, añade que el anuncio del nuevo programa de compra del
BCE reduce los riesgos de una crisis de liquidez en España y apoya su
calificación. En este contexto, ve probable un programa de ayuda para
España, que espera, en caso de que sea necesario, se solicite de forma
oportuna para evitar "tensiones innecesarias".
En su opinión, las medidas adoptadas la pasada semana fueron
probablemente diseñadas para satisfacer las condiciones de un programa
de ayuda antes de que se solicite, aunque cree que no está claro que
este objetivo se haya logrado.
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