MADRID.- Varias
miles de personas se manifestaron este domingo en Madrid, convocadas
por los sindicatos, contra la política de austeridad del gobierno del
Partido Popular (PP), en un momento en que el país intenta evitar un
rescate global de su economía.
"Más paro, más recortes, menos protección social. Quieren arruinar el
país. Hay que impedirlo", afirmaba la pancarta que abría la
manifestación, llevada por los líderes sindicales a los que se unieron
representantes de partidos de izquierdas, entre ellos del PSOE.
Entre las banderas rojas y blancas de los sindicatos, destacaban
algunas pancartas con el "NO" acompañado de unas tijeras, símbolo de los
recortes presupuestarios que asfixian a una amplía parte de la
población mientras el desempleo no deja de aumentar, situándose en el
24,63% de la población activa.
"Ahora mismo en España están las cosas muy mal, muchos recortes,
mucha pobreza, mucha miseria por culpa del gobierno", dice Fabiola
Guerra, una manifestante, de 51 años, que trabaja en la hostelería.
En la manifestación se puede ver también a jóvenes con una pancarta
en la que se lee "tengo un contrato basura": son las primeras víctimas
de la crisis, con un paro de más del 53% entre los menores de 25 años.
"La situación de los jóvenes en España es terrible, sobre todo por un
motivo: aquí no hay futuro para nosotros, estamos teniendo que emigrar,
estamos teniendo que irnos fuera de España a buscar un empleo", explicó
Alex Martín, de 27 años, responsable de juventud del sindicato UGT.
Los grandes sindicatos españoles, UGT y CCOO, convocaron este domingo
manifestaciones en 57 ciudades, como vienen haciendo desde el invierno
pasado.
Ahora consideran la posibilidad de convocar una huelga general el 14
de noviembre, que podría coincidir con otra acción similar en Portugal.
El gobierno de Mariano Rajoy, presionado por sus socios europeos para
que reduzca el déficit público del país al 6,3% del PIB este año, al
4,5% en 2013 y al 2,8% en 2014, está inmerso en una política de
austeridad draconiana que prevé un ahorro de 150.000 millones de euros
en tres años.
Entre las últimas medidas anunciadas, algunas afectan de lleno al
conjunto de la población, como la subida del IVA desde el primero de
septiembre.
Pero, en un momento en que el país se encuentra en recesión, con una
caída del PIB del 1,5% prevista para 2012, este ahorro podría no ser
suficiente para sanear las cuentas públicas: la deuda pública sube y
debería alcanzar el 85,3% del PIB a finales de año, mientras el déficit
podría situarse en el 7,4% del PIB.
En este contexto, el Gobierno busca evitar un plan de rescate global
para su economía, que tendría pesadas repercusiones sociales y
políticas, aprovechando una pequeña calma en los mercados que permite al
país financiarse a un interés aceptable.
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