sábado, 27 de octubre de 2012

Almunia: “La crisis comenzó siendo financiera y después fue económica. Ahora no sabemos lo que es"

MADRID.- Joaquín Almunía, junto a su homónimo Estefanía, intervino en el acto de presentación de ‘La crisis de la socialdemocracia. ¿Qué crisis?’ (Editorial Catarata), obra del sociólogo Ignacio Urquizu, en un acto que tuvo lugar en la Librería Blanquerna de Madrid.

El vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia se refirió en su intervención a la crisis que está atravesando nuestro país diciendo que “primero fue financiera, luego económica y ya no sabemos lo que es”. La crisis de los años 30, añadió, “tuvo como consecuencia la creación de nuevos modelos políticos y sociales. La actual crisis está teniendo consecuencias muy profundas, de las que algunos dicen que se han profundizado al no haber sabido evitarlas a tiempo”.


También existe, continuó, “una crisis de políticaseconómicas, no conocemos las soluciones, los libros de Keynes no aportan soluciones a los problemas actuales, tienen que venir de economistas vivos. Tenemos que regular las condiciones de la economía y de las finanzas con economistas lúcidos y políticos de altura. Hay que realizar un esfuerzo de reflexión sobre las políticas, en plural, y lograr que los ciuadadanos se sientan representados”.


La obra de Urquizu es un ensayo sobre la evolución de la socialdemocracia, tanto en su proyecto político global como en dos de sus aspectos más relevantes: la economía y el bienestar. En este trabajo, Ignacio Urquizu analiza cuestiones como por qué los partidos socialistas dejan de proponer la regulación de los mercados, o qué explica su abandono del control de la economía.

El sociólogo huye del pesimismo que nos rodea, y lejos de lamentaciones, lo que ofrece al final del libro, es una posible ‘hoja de ruta’ para los partidos socialistas en el siglo XXI.

Joaquín Estefanía le realizó dos preguntas a Almunia en su calidad de vicepresidente de la Comisión Europea: la primera en relación con el modelo europeo en general y la segunda sobre si piensa que de esta crisis puede surgir una nueva teoría económica. A la primera Almunia respondió afirmando “que el diseño de la unión monetaria europea no es de derechas ni de izquierdas, pero también añadió que al diseño le faltan una serie de instrumentos que deberían haber estado desde el principio, y se refirió en este sentido a que hay muchos recelos con la cesión de competencias entre los países.

 “Creíamos que tener una moneda única nos iba a resolver los desequilibrios macroeconómicos, pero la realidad ha sido otra”, dijo. Ha sido un mal diseño técnico, no se quisieron escuchar las consideraciones que hacían los expertos, la resistencia a la soberanía nacional para gestionar una moneda. Muchas veces juega más el interés nacional que el general, pesan más las inercias nacionales que los debates ideológicos.

En cuanto a si es posible la salida de una teoría económica para después de la crisis, Almunia señaló que “hay que pensar en cómo financiar la deuda de manera sostenible y crear una senda de crecimiento, ese es el debate, no satanizar la zona euro”.

En la Unión Europea hay que introducir mejoras en el funcionamiento democrático, y es necesario también que haya controles mas estrictos, concluyó.

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