sábado, 27 de octubre de 2012

España reducirá los costes laborales el 20%, pero no bastará para salir de la crisis

MADRID.- El fin de la crisis está cada vez más cerca. Así lo asegura el Gobierno, que mantiene que 2013 será el último año de la recesión, y que, pese a arrojar un incremento de la tasa de desempleo por encima del 25%, los datos del paro de septiembre apuntan a que se está produciendo “una cierta estabilización” en la destrucción de puestos de trabajo. 

Por ello, la noticia de que Ford trasladará a su fábrica de Valencia la producción de tres nuevos modelos de coches ha sido muy bien recibida por el Ejecutivo, que lo ve como un paso más hacia la recuperación. En esa decisión han pesado la flexibilidad introducida por la reforma laboral y la disminución paulatina de los costes laborales, que, según algunos expertos, se verán reducidos en un 20% respecto al comienzo de la crisis. La devaluación interna impulsará la deslocalización a favor de España de algunas multinacionales y de muchas Pymes del sector de las nuevas tecnologías. Pero no será suficiente, según http://arndigital.com

La idea de que en 2013 aparecerán los tan ansiados ‘brotes verdes’ ha venido siendo repetida en los últimos días por muy diversas personalidades, entre ellas el Rey de España. En este sentido, analistas como Miguel Ángel Rodríguez, de la firma XTB, recuerdan que aún existe mucha incertidumbre, derivada, entre otros motivos, de los numerosos pronósticos negativos para el próximo año.


Uno de los indicadores que parecen apuntar a que la situación será especialmente complicada es el alto porcentaje de parados. Pero esto podría resultar atractivo para determinadas empresas, ya que, como explica Manuel de La Rocha, coordinador del área de Economía Internacional de la Fundación Alternativas, tienen ante ellas la posibilidad de contratar a una cuantiosa mano de obra, ampliamente cualificada, con unos costes laborales relativamente bajos.


Pocas multinacionales, pero muchas Pymes


Con todo, y tal y como explica este especialista, esto no quiere decir que se vaya a producir una llegada masiva de multinacionales a España, ya que, entre otros factores, siguen existiendo dudas sobre un posible rescate y el crédito continúa sin fluir. Se tratará de “casos puntuales”, que, no obstante, sí permitirán que se generen puestos de trabajo. Así, los nuevos modelos de Ford implicarán la creación de 1.500 empleos en su factoría valenciana, y otros 4.500 en la industria auxiliar. Por su parte, el gigante farmacéutico Bayer invertirá 6 millones de euros en su planta de la localidad asturiana de Langreo, a la que trasladará su producción mundial de aspirinas. Ahora bien, en este caso el número de empleos será mucho más reducido, ya que la plantilla sólo incorporará a una treintena de nuevos trabajadores.


Para De La Rocha, las mayores oportunidades no vendrán de la mano de las grandes empresas, sino de las pequeñas, sobre todo en el sector de las nuevas tecnologías. “Hay muchas Pymes indias e israelíes interesadas en invertir en España”, afirma, “pero se encuentran con numerosas trabas administrativas y con falta de financiación”.


Abaratar los costes


En esta situación, muchas voces abogan por la reducción de salarios para hacer que España sea más atractiva para la inversión extranjera, y para favorecer también la incorporación de los parados al mercado de trabajo. El ejemplo más paradigmático es el de la patronal CEOE. Lo mismo opina el Banco Central Europeo (BCE), que insiste en que nuestro país debe acometer “una pronunciada rebaja de sueldos”, en la línea de Grecia, donde el salario mínimo interprofesional ha sufrido una reducción del 22%.


Y es que, para el BCE, España no ha compensado el aumento de sus salarios durante los años de la bonanza económica con una disminución adecuada de los costes laborales. Según Eurostat, entre 2009 y 2012 dichos costes se han rebajado un 6%, y se sitúan aproximadamente en los 20,6 euros por hora. Esto hace que sean los más bajos de las cuatro principales economías de la Eurozona.


No obstante, estos costes laborales han experimentado varios repuntes en el entorno del 1,5% en los cuatro últimos trimestres, lo que lleva a la CEOE a pedir que se vuelva “a la senda de la moderación salarial”. Una moderación salarial que, en opinión de Miguel Ángel Rodríguez, llevará a que, en el caso de solicitar finalmente un rescate a la Unión Europea, España se vea obligada a recortar al menos a 600 euros la cuantía de su salario mínimo interprofesional, que a día de hoy asciende a 748 euros mensuales. Otros expertos resaltan que en los próximos meses se producirán más rebajas que harán que, una vez haya pasado la crisis, los costes laborales se hayan abaratado al menos en un 20% respecto a 2008.


La trampa de la flexibilidad


El problema estaría, como apunta el profesor de Economía de la UCM Fernando Luengo, en que dicha ‘devaluación interna’ está siendo contabilizada parcialmente. Indica que esos datos recogen los aspectos monetarios, pero no se están teniendo en consideración otras variaciones como los aumentos de las jornadas de trabajo o las reducciones de plantilla. Según Bruno Estrada, director de Estudios de la Fundación 1º de Mayo, vinculada al sindicato CC.OO., la flexibilidad introducida por la última reforma laboral respecto al régimen de convenios colectivos permite que estos aspectos no se computen estadísticamente porque habrían sido fijados por medio de acuerdos entre los empresarios y sus empleados.

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